Supongo que es algo evidente para la mayoría, pero me veo en la obligación de advertir que esta guía argumental, ya desde las primeras imágenes, contiene spoilers del primer The Last of Us. Si creéis que era innecesario decirlo, permitidme contaros que, hace un par de años, un lector descontento me puso una valoración negativa en la guía argumental de Final Fantasy X-2 porque destripaba el argumento de Final Fantasy X. ¡Avisados quedáis, pues!
La guía argumental de The Last of Us Parte II es algo más larga que su predecesor, Left Behind incluido. Un 23% más extensa, concretamente, si comparamos el número de palabras de una y otra. Ése es uno de los motivos por los que esta guía argumental, en su versión web, está dividida en 5 partes, en vez de 3. La otra razón, más importante si cabe, es que el propio juego hace una distribución similar. Me he ceñido a los hechos, para respetar esa partición argumental.
Si no habéis leído la primera parte, podéis hacerlo pulsando AQUÍ.
Habiendo explicado todo lo necesario, podemos comenzar la aventura. ¿Preparados para sufrir?
Capítulo 37 – Si llegara a perderte…
Durante una de sus rutas de vigilancia, Joel decide sincerarse con Tommy. El sentimiento de culpa lo corroe por dentro. Necesita desahogarse, y no hay nadie en quien pueda confiar más que en su propio hermano.
—No sé qué ha pasado. Debía llevarla con los Luciérnagas y luego irme.
El largo viaje de Joel y Ellie concluyó en Salt Lake City, donde los Luciérnagas, un grupo considerado terrorista por muchos, y salvadores por otros tantos, llevaban tiempo investigando una posible cura para el cordyceps, un hongo parasitario que se adueña del cerbero de su anfitrión, convirtiendo a las víctimas en criaturas desprovistas de razón, con instintos asesinos irrefrenables.
Para Joel, todo empezó como un trabajo de entrega. Contrabando humano. Sin embargo, durante el viaje, no pudo evitar encariñarse de la mercancía, Ellie, a la que, en cierto modo, veía como una sustituta de Sarah, su hija fallecida años atrás. Es por eso que, cuando Marlene, líder de los Luciérnagas, informó a Joel de que debían extirpar el cerebro de Ellie para poder investigar su inmunidad y desarrollar la cura, el austinés (antes del brote, Joel vivía en Austin, Texas) cambió de idea. Y lo hizo de la forma que mejor conocía: por la fuerza.
Joel asesinó a Marlene, al doctor, a sus ayudantes y a todo el que osó cruzarse en su camino. Finalmente pudo rescatar a Ellie, quien ya se encontraba sobre la mesa de operaciones, en un sueño profundo provocado por la anestesia general. Cuando ella despertó, ya lejos de Salt Lake City, su amigo le contó una versión falsa:
—Resulta que… hay mucha más gente como tú, Ellie. Gente inmune. Decenas de ellos. Y no ha servido para nada. Es más: han dejado de buscar una cura. Nos vamos a casa. Lo siento.
La chica aceptó la versión de Joel, aunque, en el fondo, sospechaba que pudiera estar mintiendo. Y no se equivocaba. El texano antepuso el bienestar de Ellie por encima de la salvación de toda la raza humana. Una decisión, cuanto menos, cuestionable, que a Tommy no le resulta fácil asimilar.
—No puedo decir que yo hubiera actuado de otra forma —reconoce el menor de los hermanos—. Me llevaré tu secreto a la tumba si es necesario.
Joel y Tommy regresan a Jackson City tras haber finalizado su ruta de vigilancia. Es un asentamiento grande y próspero, dadas las circunstancias, situado en la región homónima: el condado de Jackson, en el estado Misuri.
Tras descansar un rato, Joel visita a Ellie, quien ya cuenta con su propia casa; pequeña aunque más que suficiente para ella sola. Ambos han sabido ganarse el respeto y el cariño de la gente de Jackson City en el poco tiempo que llevan allí. Algo que, irónicamente, contrasta con la relación entre ellos dos. Y es que, aunque Joel se preocupa mucho por Ellie y busca cualquier excusa para acercarse a ella, el trato de la chica hacia él resulta más bien frío desde el incidente del hospital.
Además de para hablar con ella, Joel ha acudido a casa de Ellie para mostrarle una guitarra que ha estado reparando. Un buen momento para hacer una demostración de sus habilidades, no sólo como guitarrista, sino también como cantante.
—Si llegara a perderte, me perdería a mí. Todo cuanto he encontrado aquí, no existiría sin ti. En ocasiones eres capaz de sacar lo mejor de mí. Todo cuanto he dejado atrás, ¿para qué lo quiero ya? Hoy tengo fe. Y tengo fe porque puedo ver que en los días por venir estarás junto a mí.
—Bueno, no ha sido una mierda —dice Ellie.
—Me lo tomaré como un cumplido. —Joel le entrega la guitarra—. Puedes quedártela.
—No. No, no, no. Yo no tengo ni idea de qué hacer con esto.
—Te prometí que te enseñaría a tocar. ¿Qué te parece si damos mañana la primera lección?
—Trato hecho.
Joel ha conseguido sacar una sonrisa a Ellie, que no es poco.
Y ahora preparaos para dar el salto…
Enlaces:
– The Last of Us, parte 1: capítulos 1-2
– The Last of Us, parte 2: capítulos 3-19
– The Last of Us, parte 3: capítulos 20-36
– The Last of Us Parte II, parte 1: introducción, capítulo 37
– The Last of Us Parte II, parte 2: capítulos 38-45
– The Last of Us Parte II, parte 3: capítulos 46-57
– The Last of Us Parte II, parte 4: capítulos 58-73
– The Last of Us Parte II, parte 5: capítulos 74-78
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