(Versión analizada: PC)

Genshin Impact ha llegado con intención de revolucionar el sector de los videojuegos. Y no lo hace con ideas nuevas, sino con una combinación inteligente de diversos elementos ya existentes.

Es un juego en continua evolución y ampliación, por lo que este análisis se limita a la versión hasta la que llegué (la 1.2). Además, cuenta con eventos temporales que apenas duran unos días, por lo que la experiencia completa requiere haberlo jugado desde el principio y haber mantenido cierta constancia. Eso no significa que sea la única forma de disfrutarlo, ni mucho menos. Pero hace que resulte absurdo querer valorarlo con una nota numérica. El Genshin Impact de hoy no es igual que el de mañana, y éste será distinto al de dentro de una semana.

Yo os voy a hablar de mi experiencia personal. No he podido jugar todos los eventos, aunque sí la mayoría de ellos, así que puedo transmitiros una idea bastante sólida de lo que ha sido Genshin Impact durante sus primeros meses de vida.

Historia

Cuando llegan a Teyvat, dos hermanos mellizos, viajeros de otro mundo, se ven obligados a enfrentarse a una deidad desconocida con forma de mujer. El combate no acaba bien para los hermanos, pues sufren una aplastante derrota contra aquella diosa. Uno de los mellizos, ya sea la chica (Lumine) o el chico (Aether), a nuestra elección, queda incapacitado, mientras su hermano/a es secuestrado/a por tan poderosa rival.

Comienza así la aventura de Lumine o Aether, en un mundo desconocido para ellos, que será tarea nuestra explorar. Y no lo haremos solos. Desde el comienzo del juego nos acompaña Paimon, una especie de hada, cuya aportación a la historia resulta fundamental, ya que es uno de esos juegos con protagonista mudo… a ratos.

La búsqueda de Aether o Lumine, sin embargo, no es más que la excusa para presentarnos muchas subhistorias, o pequeños arcos argumentales, que son la verdadera esencia de Genshin Impact. Así pues, sería un error hablar de una única historia. Lo que os he contado no es más que el principio. Si queréis conocer el resto, vais a tener que jugar. Y mucho.

¿En qué consiste?

A quienes hemos jugado a The Legend of Zelda: Breath of the Wild, nos resulta imposible no acordarnos de él nada más poner un pie en Teyvat. Las similitudes son evidentes. Ya no es sólo que ambos presenten un enorme y colorido mundo abierto, sino que Genshin Impact copia de forma descarada algunas mecánicas (escalada, agotamiento y demás), así como objetos recolectables y animales.

Pero tomar a Breath of the Wild como referencia nunca es algo negativo. Lo malo, en todo caso, sería conformarse. Genshin Impact, por suerte, es mucho más que lo descrito hasta ahora. Las similitudes acaban ahí.

Son muchos los personajes que pueden unirse al grupo de Lumine o Aether. La primera, Amber, lo hace de forma obligatoria durante el prólogo, mientras que los siguientes, que podríamos denominar «opcionales», se desbloquean al cumplir ciertas misiones o mediante el sistema de gacha: tiradas aleatorias con monedas limitadas o dinero real. Todos y cada uno de esos personajes cuentan con historia propia, así como personalidad y habilidades únicas. En cualquier momento, siempre y cuando no estemos en mitad de un combate o una mazmorra, podemos seleccionar, de entre todo el elenco, a los cuatro personajes activos. Cabe aclarar que no luchan los cuatro al mismo tiempo, ya que, en realidad, manejamos a uno solo. Lo que sí podemos (y debemos) hacer es alternar entre unos y otros; algo tan sencillo como pulsar un botón, esta vez sí, en cualquier momento, combates y mazmorras inclusive. Así pues, aunque no participen a la vez, los cuatro que hayamos seleccionado suman fuerzas y colaboran entre sí. Por tanto, conviene llevar un equipo equilibrado.

Por lo demás, es tal y como esperamos de un Action JRPG: ciudades, mazmorras, misiones opcionales, más misiones opcionales y un poco más de misiones opcionales. Aquí siempre hay algo que hacer.

¿Cuáles son sus puntos fuertes?

El mundo es precioso y está lleno de secretos. Recorrerlo es un gustazo. Parecerse a Breath of the Wild, de por sí, ya es algo elogiable. Sin embargo, quiero dejar claro que no llega a su nivel en este aspecto, pues el mundo de Zelda, además de grande, también está muy bien construido. Es el protagonista del juego. No se ha hecho nada igual, nunca. Genshin Impact hace lo que puede.

Muchos personajes bien trabajados, con personalidades bien definidas e historias interesantes. Algunos de los secundarios de este juego podrían ser tranquilamente los mejores personajes de otros videojuegos. Y eso sin olvidar su sentido del humor constante. Paimon merece ser la verdadera protagonista.

La combinación de elementos mágicos en batalla. ¿Tienes un personaje con ataques eléctricos? Prueba a rociar previamente a los enemigos con hechizos acuáticos, usando un segundo personaje, y verás cómo se multiplica el daño de los ataques del primero. Lo mismo sucede si está lloviendo, o si el suelo está mojado, como pueda ser en un combate en la orilla del mar o sobre una charca. Esto no es más que un ejemplo de las muchas combinaciones elementales disponibles, principal aliciente del sistema de combate.

¡Es gratis! Sí, con mucho contenido de pago, pero innecesario.

El camino iniciado por Breath of the Wild con el desplazamiento aéreo cobra aquí mayor relevancia. Ha redefinido la forma en que recorremos los mapas.

Posibilidad de jugar online con amigos o desconocidos.

¿En qué debería mejorar?

Que todos los protagonistas parezcan niños se aleja mucho de mi campo de interés. Mención especial al caso de las féminas, casi todas ellas sexualizadas en mayor o menor medida, pese a que algunas no aparentan más de… ¿seis años? Todos sabemos que es alimento para mentes enfermas, pero parece que la sociedad videojueguil prefiere seguir mirando para otro lado. Pues vale.

Los combates carecen de la profundidad que podría presuponerse del uso y combinación de los elementos. Al final no se aleja mucho de ser un machacabotones.

La dificultad de este juego oscila entre lo demasiado fácil y lo prácticamente imposible. En ninguno de esos casos influye nuestra habilidad como jugadores, sino cuántos objetos de subida de nivel hayamos reunido. El problema llega cuando el enemigo que nos proporciona un objeto concreto se ha vuelto demasiado difícil, por culpa de la subida de nivel del mundo (según hacemos misiones, todo se vuelve más difícil). Puede que nuestro personaje de mayor nivel sea capaz de defenderse ante esos enemigos mejorados, pero ¿qué pasa con todos los demás? ¿Por qué no permitir manipular el nivel del mundo a nuestro antojo y cambiar los botines obtenidos en función de ello?

Los eventos temporales son contraproducentes. O juegas cuando ellos te dicen que lo hagas o te pierdes cosas interesantes. Ya no sólo objetos, sino también escenas de historia, que si bien pueden no ser importantes de cara al argumento principal, considero que son uno de los aspectos más atrayentes de Genshin Impact.

Valoración final

Todo lo bueno que tiene Genshin Impact, que es mucho, queda opacado por su condición de juego cargado de micropagos. Es posible que nunca nos salgan los personajes que queremos, salvo que invirtamos una buena cantidad de dinero real. Se le da demasiada importancia a la recolección de materiales, por lo que la jugabilidad se vuelve tremendamente repetitiva. Están más preocupados por hacer niños/as guapos/as que por pulir la jugabilidad. Piedras sobre su propio tejado…

La historia publicada hasta la fecha no es muy extensa. Sin embargo, si os dedicáis a hacer todo lo opcional, ya podéis olvidaros del resto de videjuegos por unos meses. O, al menos, hasta que el juego decida volverse demasiado difícil y trate de obligaros a echar días y días reuniendo materiales… o pasar por caja. Ahí llegó mi despedida. Una pena.