Los tres videojuegos analizados hoy son Heavenly Sword, Final Fantasy VIII Remastered y Bastion.

Heavenly Sword

Compañía: Ninja Theory.
Año de publicación: 2007.
Plataforma: PlayStation 3.

Durante algún tiempo, Heavenly Sword fue la imagen de PlayStation 3. El juego salió a la venta apenas unos meses después de la comercialización de la videoconsola, por lo que es comprensible que se convirtiera en uno de los principales estandartes de PS3 durante sus primeros años de vida. Fue, al menos, una genial carta de presentación, con unos gráficos avanzadísimos, que incluso a día de hoy podemos apreciar y admirar (dentro del contexto temporal que le corresponde, claro está).

Pese a ser un juego bastante corto, que es fácil superar en unas siete horas, cuenta con varios apartados difíciles de olvidar.
El primero es el sublime doblaje, no sólo en inglés, sino también, y esto me parece extremadamente poco habitual, en castellano.
Segundo, la banda sonora, con varios temas de muy alto nivel, sobre todo para tratarse de un juego de acción pura y dura.

Escape

Lo mismo podría decir sobre los personajes tan carismáticos que habitan Heavenly Sword. Cuando algunos villanos como Bohan o Flying Fox aparecen en pantalla, se llevan todos los focos. Nariko no se queda atrás; es muy buena protagonista. Pero si hay que destacar a alguien por encima de los demás, sin duda, esa es Kai. Se merece tener su propio videojuego. No: su propia saga. Hellblade no cuenta, aunque Senua esté claramente inspirada en Kai.

Los combates invitan a aprenderse los movimientos y dominar el contraataque…, pese a que no hace mucho hincapié en ello. El combate final puede volverse odioso y frustrante para quien no conozca la opción de devolver los proyectiles. Tampoco me convencieron los QTE, otra herencia de God of War que resta más que suma. Mejor sensación me ha dejado el control de las flechas, que pueden ser dirigidas con el sensor de movimiento del mando. De hecho, es lo que más me gusta del apartado jugable de Heavenly Sword.

Un remake o remasterización le devolverían el prestigio que merece.

Final Fantasy VIII Remastered

Compañía: Square Enix.
Año de publicación: 2019.
Plataformas: Android, iOS, PC, PlayStation 4, Switch, Xbox One.
Versión analizada: Switch.

Tengo tantas cosas buenas que decir de Final Fantasy VIII que no sé ni por dónde comenzar. Podría empezar por su historia, divertida y emotiva a partes iguales. Podría hablar de sus personajes, de apariencia simples pero con una profundidad psicológica como pocas veces se ha visto. Podría intentar transmitiros una pequeña parte de la calidad de su banda sonora, porque, por mucho que dijera, me seguiría quedando corto. Podría listar la larguísima colección de tareas opcionales y secretos que esconde su mundo (interesantes de verdad, nada de hacer de recadero o recolectar florecitas). Pero no. Voy a empezar por hablar de las dos cosas que menos han gustado a la comunidad videojueguil.

Primero, sus cambios en la jugabilidad clásica de los JRPG. Porque si hay algo que caracteriza a los Final Fantasy es su hábito de romper con lo establecido en lugar de dejarse llevar por las mieles del éxito. Y ¿cuál es el motivo exacto de las críticas? Sencillo: que es diferente. Que hace que sea más relevante nuestra configuración del equipo de los personajes que los combates en sí. Que obliga a leer y pensar. ¡Oh, no!

La segunda pega es su apartado gráfico. Que en 1999 era puntero, una auténtica delicia, pero ha envejecido bastante mal, y es algo que esperábamos ver resuelto en la remasterización. ¿Acaso no es ese el objetivo de las remasterizaciones? El diseño de los personajes principales ha mejorado muchísimo, pero el de los fondos se mantiene intacto, y eso provoca que el contraste entre ambos sea mayor. Es una remasterización a medias. Comprendo las quejas. Además, creo que el apartado gráfico también tiene parte de culpa de que algunos escenarios no dejen claro por dónde se puede ir, y qué zonas son meros elementos decorativos.

Fuera de eso, no le voy a poner ninguna pega, porque me parece un videojuego de matrícula de honor en todos sus apartados. Un videojuego que después de pasármelo infinidad de veces y dedicarle otras cincuenta y pico horas, se me sigue haciendo corto y me da pena terminarlo. Un videojuego que me sigue poniendo la piel de gallina desde la mismísima introducción (insuperable), e incluso cuando no lo estoy jugando (bendita banda sonora). Un videojuego que sigue sorprendiendo después de darle varias vueltas, porque posee multitud de detalles sutiles que podemos pasar por alto.

Find Your Way

Si tuviese que destacar una única cosa de Final Fantasy VIII, sería a Squall Leonhart. Nunca me he sentido tan identificado en un videojuego con una forma de pensar como con la suya. Es un personaje tan tan interesante, que deja en segundo plano a otros como Laguna o Seifer, que serían los indiscutibles nº1 si apareciesen en videojuegos diferentes.

(Guía argumental disponible: MakoSedai.com/guia-argumental-de-final-fantasy-viii-parte-1)

Bastion

Compañía: Supergiant Games.
Año de publicación: 2011.
Plataformas: iOS, PC, PlayStation 4, PlayStation Vita, Switch, Xbox 360, Xbox One.
Versión analizada: Switch.

Se trata de un juego de acción muy sencillo a la par que variado, gracias a la amplia gama de armas disponibles, tanto en combate cuerpo a cuerpo como a distancia.

La historia es más bien corta y totalmente carente de interés, pese a los evidentes aires de grandeza de una narración que, por desgracia, no va a ninguna parte.

Las misiones opcionales son más que bienvenidas, pues Bastion quedaría cojo sin ellas. Recomiendo tomar todos estos retos como obligatorios.

Si os conformáis con pasar un par de tardes divertidas y sin grandes exigencias, puede ser una opción interesante.