Es recomendable leer la saga de guías argumentales en el mismo orden en que fueron publicadas.
– Metal Gear Saga (Metal Gear + Metal Gear 2: Solid Snake)
– Metal Gear Solid
– Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty
– Metal Gear Solid 3: Snake Eater
– Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots
– Metal Gear Solid: Portable Ops + Peace Walker
– Metal Gear Solid V (Ground Zeroes + The Phantom Pain)
Capítulo 110 – Salto HALO
«Al final de la Segunda Guerra Mundial, el mundo estaba dividido en dos: Este y Occidente. Esto marcó el inicio de la era conocida como “Guerra Fría”.»
22 de agosto de 1964. 5:30 de la mañana.
En mitad de la noche, un avión con bandera estadounidense sobrevuela territorio pakistaní.
—Altitud, 30.000 pies —informa el piloto—. Aproximándonos al espacio aéreo soviético. Veinte minutos para el lanzamiento. Comienza la despresurización interna. La zona del lanzamiento todavía muestra una masa de aire de alta presión. ¡CAVOK!
El mensaje llega por megafonía a la zona trasera del avión, donde un hombre, Jack, está sentado despreocupadamente, fumando un puro antes de su salto en paracaídas.
—Apaga ese puro —le ordena otro de los tripulantes—. Ponte la máscara —Jack ignora ambas instrucciones—. ¿…Este piltrafa sabe lo que está haciendo? ¡Diez minutos para el lanzamiento!
—¡Eh, ¿estás sordo?! —protesta otro hombre por megafonía—. ¡Ha dicho que apagues el puro y que te pongas la máscara!
Jack obedece de inmediato las órdenes de este último, pues se trata de su jefe, el mayor Zero (“mayor” es lo que en otros países llamaríamos “comandante”).
—Despresurización completa —dice el tripulante que acompaña a Jack—. Comprobando el suministro de oxígeno. ¡Seis minutos para el lanzamiento! ¡Abriendo la trampilla trasera!
La compuerta del avión se abre, dejando entrar las primeras luces del amanecer.
—Temperatura exterior, menos 46 grados centígrados —sigue el tripulante—. Dos minutos para el lanzamiento. En pie.
Jack se levanta del asiento sin pronunciar palabra.
—Descenderás a una velocidad de 200 km/h —informa Zero—. Intenta no congelarte con ese aire tan gélido.
—Un minuto para el lanzamiento —advierte el tripulante—. Colócate en posición.
—Esto pasará a formar parte de la historia: el primer salto HALO del mundo.
—¡Diez segundos para el lanzamiento! —exclama el tripulante—. ¡Preparado! ¡Comienza la cuenta atrás!
—¡Abre tus alas y vuela! ¡Ve con Dios!
Jack salta del avión.
Al final de cada capítulo, iré añadiendo explicaciones para los términos que considere convenientes, como puedan ser organizaciones, lugares, acontecimientos históricos, relacionados con armamento o medicina, etcétera.
Sólo explicaré los términos que no hayan sido explicados en guías argumentales anteriores. Si queréis ver la lista completa, visitad el siguiente enlace:
makosedai.com/metal-gear-database
Información adicional:
Pie (medida): Unidad de longitud usada en aeronáutica, además de en algunos países anglosajones como EEUU, Canadá y Reino Unido. 1 pie equivale a 30,48 centímetros. Dicho de otro modo: 1 metro son 3,2808 pies.
Presurizar: Mantener constante la presión de un espacio cerrado, especialmente la cabina de un avión, nave espacial, etcétera.
Despresurizar: Igualar la presión de un lugar cerrado con la del entorno exterior. Es necesario para, por ejemplo, saltar en paracaídas desde un avión.
CAVOK: “Ceiling And Visibility OK”. Término aeronáutico para indicar que el cielo está despejado, con visibilidad de 10 kilómetros o más, y sin ningún fenómeno meteorológico significativo.
HALO/HAHO: Método de transportar personal, equipo y suministros, desde un transporte aéreo a gran altitud, mediante un salto en caída libre en paracaídas. En la técnica HALO, el paracaidista abre el paracaídas a baja altitud, tras un tiempo en caída libre, mientras que en HAHO se abre el paracaídas pocos segundos después de saltar.
Capítulo 111 – Misión Virtuosa
Antes de la misión, Jack tuvo una corta reunión con el mayor Zero.
—Jack, tengo noticias importantes. El jefe de la CIA por fin nos ha dado luz verde para la Misión Virtuosa. El futuro de nuestra unidad FOX depende de ella. Si resulta exitosa, seremos reconocidos oficialmente como una unidad.
—¿“Misión Virtuosa”? Suena como un rito de iniciación…
—No te confíes, ésta no es una operación de entrenamiento.
—Vale… ¿Y de qué trata esta maravillosa misión?
Zero le mostró varias imágenes en un proyector.
—Hace más o menos dos años, cierto científico soviético pidió asilo en Occidente, a través de uno de nuestros espías. Su nombre es Nikolai Stepanovich Sokolov. Es el máximo responsable de la “Oficina de Diseño OKB-754”, una de las oficinas soviéticas de diseño armamentístico más secretas, y la más especializada en el desarrollo de armas de todo el Este.
(Cuando se hable de “Occidente” o “Este” con mayúsculas, no se refiere al punto cardinal, sino a los dos bloques de la Guerra Fría. Es decir, la OTAN contra el bloque comunista. Si queréis profundizar en el tema, tenéis más detalles en la Database.)
—Sokolov… —Jack había oído ese nombre antes—. ¿No es el famoso científico de cohetes?
—El mismo. El 12 de abril de 1961, los soviéticos consiguieron el primer vuelo espacial tripulado de la historia.
—La Tierra era azul, pero no había ningún dios.
—Sabias palabras. El cohete que llevó a Yuri Gagarin al espacio era el “A1”, también conocido como “Vostok”. Se dice que el máximo responsable del sistema del cohete fue Sokolov. Tras el vuelo de Gagarin, Sokolov abandonó el proyecto de los cohetes para convertirse en el responsable de la Oficina de Diseño.
—Pasó de ser un técnico a responsable de una nueva oficina de diseño de armas. Menudo ascenso. ¿Y por qué querría desertar alguien como él?
—Al parecer, estaba aterrorizado de sus propias creaciones. Le dio como una crisis de conciencia…
—¿Y por eso cambió de bando, abandonando su país y a su familia?
—No exactamente —replicó el mayor Zero—. Una de sus condiciones era que su familia también fuera transportada sana y salva a Occidente. Usamos a un espía para sacar a su familia, y poco después fue el turno de Sokolov, a través del Muro de Berlín. Yo fui el responsable de la operación.
—Por aquel entonces, las medidas de seguridad del Este dejaban mucho que desear. ¿Qué pasó después?
—Tras conseguir que Sokolov llegara de una sola pieza, tuvimos que ingresarlo en un hospital berlinés. Estaba agotado. Tardó dos semanas en recorrer los mil kilómetros que separan la Oficina de Diseño, en la Unión Soviética, de Berlín. No podía ni hablar. Y tan sólo una semana después, surgió un problema mucho más grave.
—La crisis de los misiles cubanos… —contestó Jack.
—16 de octubre de 1962. El presidente Kennedy recibe noticias sobre un despliegue de misiles balísticos de medio alcance en Cuba, por parte de fuerzas soviéticas. El presidente exigió a los soviéticos la desmantelación y eliminación de los misiles. Al mismo tiempo, anunció un bloqueo naval, para evitar que más barcos con misiles llegaran a Cuba. Pero los soviéticos no recularon, y anunciaron el estado de alerta entre sus tropas. Los barcos soviéticos que transportaban misiles continuaron su viaje hacia Cuba. EEUU y URSS se preparaban para una guerra nuclear en toda regla. Las negociaciones frenéticas entre el Consejo de Seguridad de Emergencia de la ONU y otros organismos no oficiales, consiguieron apaciguar el problema. Finalmente, el 28 de octubre, la Unión Soviética accedió a retirar sus misiles de Cuba. De esta forma, se evitó el holocausto nuclear. Pero para conseguir que los soviéticos retiraran sus misiles, tuvimos que hacer un trato.
—¿Te refieres a cuando EEUU tuvo que retirar sus misiles IRBM de Turquía?
—No. Los “PGM-19 Jupiter” desplegados en Turquía estaban ya obsoletos. Nos íbamos a deshacer de ellos de todas maneras; no tenían ya ningún valor estratégico, ni para los americanos ni para los rusos. El acuerdo de Turquía fue una treta, una tapadera para las agencias de inteligencia de todo el mundo.
—¿Y qué pidieron exactamente los rusos? —preguntó Jack, intrigado.
—A Sokolov. Querían que se lo devolviéramos.
—¿…Quieres decir que los rusos se fueron de Cuba a cambio de recuperar a Sokolov?
—Así es.
—¿En qué demonios estaba trabajando?
—Por aquel entonces no teníamos ni idea. Y tampoco teníamos tiempo. O entregábamos a Sokolov, o corríamos el riesgo de una guerra nuclear. Al final, no tuvimos alternativa. El presidente Kennedy cedió a las demandas de Kruschev. Al día siguiente, saqué a Sokolov del hospital y se lo entregué a los agentes del Este. Sokolov me pedía ayuda a gritos, pero no había nada que pudiera hacer. Entonces, hace un mes, recibimos información de uno de nuestros espías.
—¿Sobre Sokolov?
—Sí. Lo llevaron de vuelta a la Oficina de Diseño, y lo obligaron a continuar trabajando en el arma en cuestión, bajo la supervisión del KGB. Y lo peor de todo: está a punto de concluir su trabajo.
—¿Qué arma es? ¿Tiene que ver con los cohetes espaciales?
—Son misiles.
—Bueno, es la misma tecnología…
—Puede que tengas razón —asintió Zero—. No conocemos los detalles, pero parece que se trata de un nuevo tipo de aparato nuclear. Desde hace más de medio año, los soviéticos realizan pruebas nucleares con mucha frecuencia en Semipalátinsk. Estamos hablando de semejante arma, que Kruschev prefirió retirarse de Cuba para poder proseguir con su desarrollo.
—¿Sokolov continúa en esa planta?
—No. Según nuestras fuentes, está en Tselinoyarsk, un lugar entre las montañas conocido como “Virgin Cliffs”.
—Bonito nombre para una misión virtuosa —bromeó Jack.
—Lo llevaron allí hace muy poco.
—¿Por qué?
—Al parecer, están probando el arma. Ésta es nuestra oportunidad para recuperarlo. Nunca podremos sacarlo si regresa a la planta de investigación. Seguro que Sokolov también lo sabía cuando se puso en contacto con nosotros…
Información adicional:
Yuri Gagarin: Cosmonauta (o “astronauta”) soviético, conocido por ser el primer ser humano en viajar al espacio exterior.
Crisis de los misiles en Cuba: Conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba, en octubre de 1962, generado a raíz del descubrimiento, por parte de EEUU, de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano.
Kennedy: John Fitzgerald Kennedy fue el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, desde el 20 de enero de 1961 hasta el 22 de noviembre de 1963, fecha en que fue asesinado mientras circulaba en el coche presidencial. Su asesino, Lee Harvey Oswald, usó un fusil con mira telescópica.
Misil IRBM: “Intermediate-Range Ballistic Missile”, o “misil balístico de alcance intermedio”, son misiles con un alcance de entre 3000 y 5500 kilómetros.
Misil MRBM: “Medium-Range Ballistic Missile” o “misil balístico de alcance medio”, son misiles con un alcance de entre 1000 y 3000 kilómetros.
Misil ICBM: “Inter-Continental Ballistic Missile”, o “misil balístico intercontinental”, son misiles con un alcance de más de 5500 kilómetros.
PGM-19 Jupiter: Primer misil MRBM de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Kruschev: Nikita Jrushchov (o “Kruschev”) fue el dirigente de la Unión Soviética durante una parte de la Guerra Fría.
Semipalátinsk: Fue la principal instalación de pruebas nucleares de la Unión Soviética, situada 150 km al oeste de la ciudad del mismo nombre, posteriormente rebautizada como “Semey”, tras la independencia de Kazajistán.
Capítulo 112 – Naked Snake
Jack continúa con su descenso en caída libre.
—Escucha, Jack —dice el mayor Zero por radio—. Tu misión consiste en infiltrarte en Tselinoyarsk y traer a Sokolov a Occidente sano y salvo. Si no conseguimos a Sokolov antes de que termine el arma, estaremos ante una crisis de proporciones descomunales. No tenemos tiempo que perder.
Antes de llegar al suelo, Jack acciona el paracaídas.
—Cuando hayas conseguido a Sokolov —continúa Zero—, ve al punto de rescate. Lanzaremos un globo de salvamento, que debes inflar con helio. Tardarás unos veinte minutos. Cuando lo hayas inflado, el brazo del avión agarrará el globo y lo subirá.
—El sistema de rescate tierra-aire Fulton… Sí, conozco la teoría.
—Tranquilo, ya se ha probado en combate.
—¿Crees que Sokolov podrá soportarlo?
—El shock será menor que el de un salto en paracaídas, y el brazo puede aguantar hasta 225 kilos.
—¿Y piensas cruzar la frontera sólo con un Combat Talon?
—Está equipado con dos cañones Vulcan de 6 tubos de 20 milímetros, y con dos metralletas de 40 milímetros.
—O sea, que podría enfrentarse solito a todo un batallón de tanques.
—Incluso contando con el carburante de reserva —dice el mayor Zero—, sólo aguantaremos cuatro horas. Si todo sale bien, habremos acabado antes de eso.
—De vuelta en casa para la cena.
—Pero si algo va mal…, la cena, el desayuno y el resto de tus comidas, las harás en la jungla.
Jack aterriza en medio de una arboleda, junto a un barranco. Su paracaídas ha quedado enganchado en una rama, al igual que la mochila en la que lleva su escaso equipo. Mientras se quita la máscara y se pone a cubierto (por si hay rusos cerca), recibe otra llamada del mayor Zero.
—Ya estás en territorio enemigo, y puede que nos estén escuchando. A partir de ahora utilizaremos nombres en clave. El tuyo será “Naked Snake”. Te llamaré “Snake”, para acortar. No menciones nunca tu nombre real.
—¿“Snake”…?
—¿No te gustan las serpientes?
—¿En qué sentido?
—Ya las has probado, ¿no?
—Sí, en un entrenamiento de supervivencia. No sé si alguna vez pediría una en un restaurante, pero…
—Ten cuidado, o puede que no vuelvas a pisar un restaurante.
—¿Y tú, Mayor? ¿Cómo debería llamarte?
—Hmm… “Tom”. Llámame “mayor Tom”. Ésta será una misión de infiltración. El enemigo no debe descubrirte; no dejes ninguna huella de tu presencia. ¿Entendido? Este tipo de infiltración es la especialidad de la unidad FOX. Tienes que conseguir las armas y el equipo allí. Y lo mismo ocurre con la comida. De ahí viene tu nombre en clave
(Por si acaso: “naked” es “desnudo” en inglés).
—Bien —asiente Snake—. Ahora ya entiendo por qué me preguntaste si me gustan las serpientes. Lo del nombre “Snake” también va con sorna, ¿no?
—No, lo elegimos por una buena razón. Ya te lo contaré luego, en el momento adecuado.
—Entendido. Y volviendo a lo de antes: ¿qué voy a comer?
—Tienes un cuchillo y una pistola con balas tranquilizadoras —no va tan “desnudo”, después de todo—. Utilízalos para procurarte alimento. En tu mochila también hay medicamentos.
—La mochila… Al caer se me enganchó en la rama de un árbol.
—Pues será mejor que vuelvas a cogerla. Estaré controlando tu progreso por radio. No podemos arriesgarnos a violar el espacio aéreo soviético, pero estaré en el avión. Mi frecuencia es 140.85.
Snake trepa por el tronco del árbol y recupera su mochila sin dificultades.
—¿Mi única arma es una pistola tranquilizadora Mk 22? —pregunta al mayor Tom.
—Así es. Le hemos incorporado un silenciador. Si necesitas más armas o equipo, tendrás que procurártelos tú mismo.
—¿A quién se le ha ocurrido semejante idea?—protesta Snake.
—Es la forma habitual de actuar de la unidad FOX. No puedes dejar ningún rastro de tu presencia. Ni armas, ni equipo, ni huellas, ni olor o excrementos. Ah, y tampoco balas o cargadores. Tu mera presencia en territorio enemigo es ya una violación de las convenciones internacionales de guerra. Si descubren que hay un soldado americano en Rusia, se podría provocar un incidente a nivel internacional. No dejes que nadie te vea; no dejes que el enemigo sepa que estás ahí. Es una misión de infiltración. Eres un fantasma, Snake. Si te capturan, no podremos rescatarte. El ejército y el gobierno americano negarán implicación alguna en esta operación.
—Así que me tengo que cuidar yo solito, ¿eh?
—Me temo que sí. Por eso te hemos dado una píldora de muerte falsa, como está estipulado para todos los soldados en misiones secretas.
—¡Qué generosos! —bromea Snake—. No podré contar con ningún refuerzo, ¿verdad?
—Correcto. La misión está completamente en tus manos.
—Un ejército de un solo hombre…
—Tranquilo, hay todo un equipo de apoyo a tu disposición por radio.
—¿Quién?
—Te los presentaré. El primer miembro del equipo de apoyo estará a cargo de controlar tu condición física; será como un médico. Ella también forma parte de FOX, y está aquí conmigo, en el avión.
—¿“Ella”?
—Hola, Snake —responde una voz de mujer—. Soy Para-Medic. Encantada de conocerte.
—¿“Para-Medic”?
—Como un médico que viene en paracaídas.
—¿No me vas a decir cuál es tu verdadero nombre?
—¿Me vas a decir tú el tuyo, señor Snake?
—Mi nombre es… John Doe.
—¿Y te llaman Jack para acortar? Eres un verdadero Capitán Nemo.
—Un nombre no tiene ningún significado en el campo de batalla. Tras una semana, nadie tiene nombre. ¿Tú cómo te llamas?
—Jane Doe.
—Muy graciosa.
—No era una broma, pero si vuelves sano y salvo te diré mi nombre. Mi frecuencia es 145.73.
Información adicional:
Sistema de rescate Fulton: Sistema usado para recuperar personas en tierra desde una aeronave. Consiste en el uso de un arnés enganchado a un globo autoinflable.
Combat Talon: Avión de transporte militar, perteneciente a la familia Lockheed MC-130.
Lockheed MC-130: Designación básica de una familia de aviones de operaciones especiales.
Mk 22: Versión modificada de la pistola S&W Modelo 39.
S&W Modelo 39: Pistola semiautomática fabricada por Smith & Wesson.
Píldora de muerte falsa: Cápsula de cianuro de potasio que hace que el cuerpo de quien la toma actúe como si estuviese muerto. Para contrarrestar el efecto debe usarse una píldora resucitadora. Si se permanece mucho tiempo en estado de “muerte falsa”, la píldora causará la muerte real al usuario.
Píldora resucitadora: Cápsula que se coloca en el diente, y que, al ingerirla, contrarresta los efectos de la píldora de muerte falsa.
John/Jane Doe: Alias utilizado para referirse a alguien desconocido. “John Doe” si es hombre, “Jane Doe” si es mujer.
Capitán Nemo: Protagonista de la novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Esconde su verdadera identidad tras un nombre falso.
Capítulo 113 – The Boss
Tras conocer a Para-Medic, Snake está a punto de conocer a otro importante miembro del grupo de apoyo…
—Snake —dice Tom—, te quiero presentar a otra persona. Te acuerdas de The Boss, ¿no? Una soldado legendaria…, y también tu mentora. En realidad, fue precisamente ella quien consiguió la autorización del director de la CIA. Actuará como consejera en esta misión.
—¡¿The Boss?!
—También me ha ayudado a planear esta misión. Ella y yo trabajábamos juntos en el SAS.
The Boss toma el turno de palabra:
—Hola, Jack. ¿Cuántos años han pasado?
—¿Boss…?
—Sí, soy yo.
—…Han pasado 5 años, 72 días y 18 horas.
—Estás más delgado.
—¿Y eso lo deduces por el sonido de mi voz?
—Pues claro. Sé todo sobre ti.
—Ah, ¿sí? Pues yo no sé nada sobre ti —hay algo de rencor en la voz de Snake.
—¿Qué quieres decir con eso?
—¿Por qué desapareciste tan de repente?
—Estaba trabajando en una operación secreta. Ya no me necesitabas.
—Pero todavía había tantas cosas que me podías enseñar…
—Te enseñé todo lo necesario sobre técnicas de combate. Te enseñé todo lo que pude. El resto lo tenías que aprender tú solo.
—Técnicas, claro. ¿Y qué me dices de pensar como un soldado?
—Yo no te puedo enseñar eso. Un soldado tiene que ser fuerte en espíritu, cuerpo y técnica. Esto último es lo único que se puede enseñar. En realidad, la técnica ni siquiera importa. Lo más importante es el espíritu. Cuerpo y alma son dos caras de una misma moneda. Son la misma cosa. No te puedo enseñar cómo pensar, lo tienes que descubrir tú mismo. Escúchame, Jack. Que dos soldados estén en el mismo bando, no significa que siempre lo vayan a estar. Uno de los peores pecados que se pueden cometer es desarrollar sentimientos personales entre camaradas. Es la política quien determina a quién te enfrentas en el campo de batalla. Y la política es un ente vivo, que cambia con los tiempos. El bien de hoy, puede ser el mal de mañana.
—¿Por eso me abandonaste?
—No. No tuvo nada que ver contigo, Jack. Ya te lo he dicho: estaba trabajando en una operación secreta. Un soldado tiene que cumplir órdenes, y no ha de cuestionarlas. Pero tú buscas una razón para luchar… Eres un luchador nato, pero no un soldado. Un soldado es una herramienta política, nada más. Y todavía más si quiere ascender. No es nadie para cuestionar el bien y el mal. No tiene enemigos ni amigos. Sólo una misión. Cumplir órdenes, eso es ser un soldado.
—Yo hago lo que sea necesario para hacer bien mi trabajo. No me preocupo de la política.
—Pero no es lo mismo. Tarde o temprano, te va a remorder la conciencia. Al final, tienes que decidir si quieres vivir como un soldado, o como nada más que un hombre con una pistola. Hay un dicho oriental que dice: “Lealtad hasta el final”. ¿Sabes lo que quiere decir?
—¿Que hay que ser patriota?
—Quiere decir que tienes que servir a tu país —explica The Boss.
—Yo cumplo órdenes del presidente y demás dirigentes. Moriría por ellos si fuera necesario.
—Ni el presidente ni su comitiva estarán ahí para siempre. Vendrán otros y ocuparán su lugar.
—Cumplo órdenes del líder, independientemente de quién sea.
—No son las personas quienes dictan las misiones.
—¿Y entonces quién lo hace? —pregunta Snake.
—Los tiempos. Los valores de la gente cambian con el tiempo, al igual que los dirigentes de los países. Por lo tanto, en términos absolutos, el enemigo no existe. Los enemigos contra los que luchamos, sólo lo son en términos relativos, que cambian con el tiempo. Mientras sigamos la filosofía de “lealtad hasta el final”, no hay por qué creer en nada…, ni siquiera en aquellos a quienes queremos.
—¿Así es como debe pensar un soldado?
—La única cosa en la que puede creer absolutamente es en la misión, Jack.
—Vale, pero hazme un favor: llámame “Snake”.
—Ah, tu nombre en clave. Te pega.
—Así es —interrumpe el mayor Tom—. La unidad legendaria que The Boss comandó durante la Segunda Guerra Mundial tenía nombre de serpiente. Era la unidad Cobra, un grupo de héroes que puso fin a la guerra, y que salvó el mundo. Siempre y cuando tengas una heroína legendaria respaldándote, estarás bien, ¿verdad, Snake?
—Sí, no podría encontrar a nadie mejor para ayudarme… Ah, otra cosa, Boss.
—Dime —responde ella.
—…Me alegro de volver a escuchar tu voz.
—Lo mismo digo. Después de todo, quién sabe si saldremos vivos de ésta. Snake, tu fuerte son las guerras urbanas y las infiltraciones en edificios. Pero esto es la jungla. Aquí la clave es la supervivencia. Te vendrán muy bien las técnicas CQC que te enseñé.
—He estado con los Boinas Verdes durante los últimos años. Estoy muy oxidado.
—No te preocupes, estoy aquí para ayudarte a recordar. Después de todo, ésta es tu primera misión de supervivencia. Te estaré ayudando por radio.
—¿Dónde estás, Boss? ¿Con el mayor?
—No—responde Tom—. The Boss se comunica con nosotros a través de la radio, desde un submarino tipo Permit, en el océano Ártico.
—Mi frecuencia es 141.80 —dice ella—. Llámame si necesitas ayuda sobre técnicas de combate.
—Entendido —asiente Snake.
Información adicional:
CQC: Combate en espacios cerrados (“Close Quarter Combat”), es un tipo de combate en el que pequeñas unidades se enfrentan al enemigo a muy corta distancia, posiblemente hasta el punto de llegar al combate cuerpo a cuerpo, o con armas de mano como espadas o cuchillos.
Permit: Clase de submarinos de propulsión nuclear.
Capítulo 114 – Nikolai Sokolov
El mayor Tom da las últimas instrucciones:
—Snake, tu misión es rescatar al doctor Sokolov. Está siendo retenido en una fábrica abandonada, al norte de tu posición actual. Evita el combate y no dejes que nadie te vea; recuerda que es una misión de infiltración. Tu mera presencia en territorio soviético ya es una violación de las leyes internacionales. No podemos permitir que el Kremlin descubra que la CIA y el gobierno americano están involucrados en esto.
—Recibido. Comenzando la Misión Virtuosa.
Snake avanza hacia el norte, a través de la zona pantanosa de Dremuchij, camuflándose entre la maleza para evitar ser detectado por los soldados rusos que patrullan el área. Tras cruzar un puente de madera, sobre el río Dolinovodno, llega al que probablemente sea su destino: Rassvet. Allí hay un edificio medio en ruinas, defendido por varios hombres.
—Mayor, he llegado a la fábrica abandonada en la que se supone retienen a Sokolov. Este lugar parece un basurero. Desde aquí no puedo ver a Sokolov. Hay centinelas rodeando todo el perímetro.
—Sokolov debería estar en una habitación de la sección noreste.
—Entendido.
—Ah, otra cosa. Cuando veas a Sokolov, quiero que le digas algo de mi parte: “perdón por llegar tan tarde”.
Snake da esquinazo a los centinelas y se aproxima a la habitación de la sección noreste. La puerta está abierta, y dentro hay un hombre quemando documentos apresuradamente.
—Tú debes de ser Sokolov.
—¡¿Eres uno de los hombres de Volgin?! ¡Nunca me lo vas a quitar! —el científico quema más papeles.
—Tranquilo, soy un agente de la CIA. Vengo para llevarte al otro lado de la Cortina de hierro.
—¿Eres de la CIA?
—Sí. Me envía el mayor Zero, el hombre que te sacó hace dos años. Te manda un mensaje: “perdón por llegar tan tarde”.
—¿En serio…?
—¿Qué quiere decir?
—Que es un hombre de palabra —Sokolov sonríe—. Pero no tenemos tiempo para estas cosas. ¡Tienes que sacarme de aquí antes de que ellos lleguen!
—¿Quiénes?
—El coronel Volgin, del GRU. En Occidente lo conocéis como “Thunderbolt”.
—Nunca he oído hablar de él.
—Es un miembro de la facción extremista del ejército. Un hombre que ansía el control de su patria. Desde la crisis de los misiles de Cuba, hace ya dos años, Kruschev sigue una política de coexistencia en paz con Occidente. A pesar de la resistencia y las críticas de parte del ejército y de autoridades provinciales, Kruschev ha conseguido, por ahora, reprimir a la oposición. Pero su mala gestión en política agrícola le ha puesto en una situación muy precaria. Además, la tragedia del pasado mes de noviembre…
—El asesinato del presidente Kennedy —dice Snake.
—En cierto modo, Kruschev ha perdido a su mayor aliado. Su poder y estabilidad han tardado poco en tambalearse. Un grupo está planeando aprovechar esta oportunidad para tomar control, junto a las fuerzas que están contra el gobierno, destituyendo a Kruschev, y poniendo en su lugar a Brézhnev y Kosyguin. El cerebro de todo este entramado es el coronel Volgin, del GRU. Él controla otra planta secreta de diseño armamentístico parecida a ésta: la “OKB-812”, también conocida como “Oficina de Diseño Granin”. La está utilizando para hacer realidad sus planes. Pero eso no es suficiente para él… Ahora quiere apoderarse del arma secreta en la que he estado trabajando aquí, y utilizarla para conseguir el poder que tanto anhela. Las fuerzas de inteligencia dicen que va a actuar durante las pruebas.
—¿Por eso hay tantos soldados ahí fuera?
—Exacto. No haría falta tantos hombres para vigilarme. Sus órdenes son evitar que el coronel Volgin me capture…, aunque para ello tengan que matarme —Sokolov agacha la cabeza—. Volgin vendrá, estoy seguro. Me tienes que sacar de aquí antes de que eso ocurra.
—Yo me encargo de todo.
—Por cierto, hablas muy bien ruso. ¿Dónde lo aprendiste?
—Me lo enseñó mi mentora.
—América es realmente un país terrorífico…
(Por “América” se refiere exclusivamente a EEUU. Acostumbraos, que es habitual.)
—¿Te entran las dudas ahora? —pregunta Snake.
—No. No siento ningún apego por este lugar. Vámonos.
Antes de abandonar la habitación, Jack llama por radio a su superior.
—Mayor, aquí Snake. Sokolov está conmigo. Está bien, no parece herido.
—Buen trabajo, Snake. Date prisa y lleva a Sokolov al punto de rescate. Os recogeremos allí.
—Entendido.
—¿Qué hay de los centinelas?
—No me ha visto nadie.
—Bien hecho. Por cierto, The Boss no podrá aconsejarte de momento; perdimos contacto con ella hace ya un rato.
—¿Qué ha pasado?
—Probablemente es sólo un fallo en la señal. Date prisa y saca a Sokolov de ahí.
Información adicional:
Kremlin: Conjunto de edificios, tanto civiles como religiosos, situados en el corazón de Moscú. Su nombre se ha transformado, desde la época de la Unión Soviética, en sinónimo del gobierno de Rusia, de manera similar a como sucede con la Casa Blanca para el gobierno de EEUU.
Cortina de hierro: También llamado “Telón de acero”. Término histórico que hace referencia a la frontera política, ideológica y geográfica entre la Europa Occidental y la Europa Oriental.
Brézhnev: Leonid Ilich Brézhnev fue el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, presidiendo el país, de forma conjunta con Kosyguin (entre otros), desde 1964 hasta su muerte en 1982.
Kosyguin: Alekséi Nikoláyevich Kosyguin fue un estadista soviético durante el período de la Guerra Fría. Gobernó junto a Brézhnev como presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética.
Capítulo 115 – GRU
Cuando Snake y Sokolov salen de la habitación, descubren que los centinelas han desaparecido. ¿Buena o mala señal? Ambos se disponen a marcharse de la factoría abandonada, creyéndose a salvo. Hasta que…
—¡¡Quietos!!
Era una emboscada. Varios hombres armados con AK-47 rodean al agente de FOX y al científico. Snake se niega a soltar su pistola, por lo que la tensión no deja de aumentar. Todos se miran sin saber qué hacer. El combate parece inminente.
En ese momento, otro hombre llega a la factoría, vestido con uniforme oscuro, muy diferente al de los soldados, del que destaca su boina roja.
—¿Así que éste es el legendario Boss? —el recién llegado juguetea con una pistola, haciéndola girar—. Por fin nos conocemos.
—¡Tú! —responde uno de los soldados—. ¿No eres de la unidad Ocelot de los Spetsnaz? ¿Qué está haciendo aquí un soldado del GRU?
—¿“Soldado”? —el hombre les muestra las insignias de su uniforme.
—Ah, es el comandante Ocelot.
—“Mayor Ocelot”, para ti. Que no se te olvide.
—Sokolov es nuestro —el soldado no se deja intimidar—. Lárgate de aquí.
—Un ocelote nunca deja que su presa escape.
—¿Eh?
Sin previo aviso, Ocelot dispara a un soldado en la cabeza. Después a otro, y a otro, así hasta acabar con casi todos ellos antes de que puedan defenderse. Es muy rápido y tiene una puntería excepcional. El último de los soldados se esconde detrás de un muro, creyéndose a cubierto. Craso error. Ocelot dispara a una tubería, haciendo que la bala rebote e impacte en ese soldado.
—La verdad es que no me gusta matar a mis camaradas, aunque sea por el GRU.
Ocelot hace un gesto a Snake, esperando alguna respuesta. Aunque el Spetsnaz aún no se ha dado cuenta, se está equivocando de persona.
—Cúbrete, Sokolov —le ordena Snake.
El científico se oculta tras una roca, mientras Snake prepara su pistola y su cuchillo.
—Hmm… —Ocelot se queda pensativo—. Tú no eres The Boss…
El Spetsnaz emite un extraño sonido, como de animal. Es la señal que sus compañeros estaban esperando. Otros cuatro hombres con el mismo uniforme oscuro rodean a Snake.
—Miembros del GRU… —dice Sokolov desde su escondite.
Snake adopta una posición de CQC, por si tiene que enfrentarse a ellos.
—¿A qué viene esa pose? —Ocelot ríe—. ¿Y esa pistola? —los demás se unen a sus risas—. Si no eres The Boss, muere.
Ocelot lanza su pistola al aire, la recoge y aprieta el gatillo. Sin embargo, la acrobacia le ha costado un disgusto: la bala se ha quedado encasquillada. Snake aprovecha el despiste para tumbarlo y desarmarlo, antes de abalanzarse sobre uno de los soldados que lo acompañan. Usándolo de escudo humano, logra dormir a uno de ellos con un dardo tranquilizante, y noquear a los otros tres con técnicas CQC. Ocelot se levanta e intenta atacar a Snake, pero éste esquiva su embestida con un rápido movimiento, y vuelve a tumbarlo usando una llave.
—Imposible… —el líder de los Spetsnaz no da crédito a lo que acaba de suceder.
—Sé lo que has intentado hacer —dice Snake—. Intentabas cargar una bala de forma manual, ¿verdad? Probar algo que desconoces en mitad de una batalla no es muy inteligente. Normal que se te haya bloqueado la pistola —(ahora lo explico)—. Además, no estás hecho para llevar una automática. Tiendes a mover tu hombro para detener el recule. Esa técnica es más propia del revólver.
—Americano de mierda…
Ocelot saca un cuchillo y ataca a Snake…, pero acaba por tercera vez en el suelo.
—Reconozco que ha sido un tiroteo elegante. Eres bueno.
—Bastante bueno… —dice Ocelot antes de perder el conocimiento.
Antes de nada, quiero explicar el comentario de Snake sobre la recarga de balas. El comandante de la unidad Ocelot (que, por supuesto, es el mismo “Ocelot” de anteriores entregas) lleva una pistola semiautomática, lo que significa que no necesita ser cargada manualmente tras cada disparo. Cada vez que se aprieta el gatillo, el propio disparo de una bala carga la siguiente, pudiendo disparar de forma consecutiva sin recargar hasta que se termina el cargador (ocho balas, en su caso). Ocelot ha querido lucirse intentando meter manualmente una bala, pero le ha salido mal, causando el bloqueo de la pistola.
Con todo aclarado (espero), Snake llama por radio a su superior.
—Mayor, he tenido unos problemillas. Me he enfrentado a unos tipos que también iban tras Sokolov. Al parecer, cumplen órdenes de un tal Volgin, coronel del GRU.
—¿Un coronel del GRU?
—Según Sokolov, es una revuelta política interna. Enfrentamientos entre la KGB y el GRU; entre los seguidores de Kruschev y los de Volgin.
—¿A Sokolov le vigila la KGB y el GRU va a por él? Snake, esto al final va a resultar más movidito que el incidente de Cuba…
—No me gusta nada. Aquí hay algo que apesta.
—Estoy de acuerdo. Será mejor que te des prisa.
Capítulo 116 – Shagohod
Snake vuelve a reunirse con Sokolov, quien se había escondido antes del reciente combate.
—Esos hombres eran de la unidad Ocelot —explica el científico ruso.
—¿Spetsnaz?
—Sí, lo mejor del GRU. Vienen a por mí. ¡Estoy acabado!
—Relájate. Te sacaré de aquí, te lo prometo. Contamos con el mejor apoyo que puedas imaginar.
El sonido de una explosión distante interrumpe la conversación. Sokolov señala hacia la cima de una montaña, donde hay una especie de carro de combate. Snake lo observa con sus binoculares.
—¿Eso es lo que te estaban haciendo construir?
—Sí. El Shagohod, un tanque capaz de lanzar misiles nucleares IRBM.
—¿Y puede lanzar misiles nucleares desde este tipo de terreno?
—Sin duda. Y no necesita ningún tipo de ayuda por parte de otras unidades.
—Un tanque nuclear que puede operar solo… ¿Está acabado?
—No, es sólo el final de la Fase 1. No estará terminado del todo hasta el final de la Fase 2, cuando el arma alcance su verdadera forma. Si el coronel se apodera de ella cuando esté acabada, será el final de la Guerra Fría…, y el comienzo de la era del miedo.
—Tercera Guerra Mundial…
—¡No tuve alternativa! ¡Me obligaron a cooperar! ¡No quería morir! Quería volver a ver a mi mujer y a mi hija, en América. ¡Por favor, llévame con ellas, rápido! ¡No podrán terminarlo sin mi ayuda!
—De acuerdo. Vamos.
Snake y Sokolov avanzan por el puente de madera que atraviesa el río Dolinovodno, cuando alguien les corta el paso. Es una mujer con uniforme militar, y una bandana cubriéndole el pelo. Lleva una caja alargada en cada mano. Snake no da crédito, pues se trata de…
—¡¿Boss?!
—Buen trabajo, Jack. Sokolov viene conmigo.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Lo que ocurre a continuación… es difícil de describir. El cielo se nubla rápidamente, al mismo tiempo que el puente comienza a llenarse de avispones. Mientras Snake intenta quitárselos de encima, un hombre se descuelga desde un helicóptero y agarra a Sokolov, antes de regresar a bordo de la aeronave. Allí, además del hombre que ha capturado a Sokolov, hay otro hombre rodeado de avispones, que parecen obedecerlo. También hay un anciano con traje de camuflaje, que lleva un loro sobre el hombro. Por último, sin contar al piloto, hay un cuarto hombre, equipado con traje negro de astronauta.
—Amigos míos —dice The Boss—. ¡Luchemos juntos de nuevo!
—He esperado tanto este día… —responde el hombre que cogió a Sokolov.
—Lucharemos otra vez contigo —añade el de los avispones.
—Bienvenida de nuevo, Boss —dice el anciano.
—Y ahora que estamos juntos los cinco —sigue ella—, adentrémonos en las profundidades del mismo infierno…
De pronto, empieza a llover. Lo que era un día despejado no ha tardado en torcerse…, como la misión de Snake. Al menos, gracias al agua, los avispones no seguirán molestando.
—Llueve sangre… —The Boss mira al cielo—. ¿Está llorando?
Por unos segundos, Snake cree ver a un hombre con gafas y capucha junto a The Boss. Sin embargo, tan pronto como aparece vuelve a desaparecer, sin que nadie más note su presencia.
El último invitado de esa reunión llega desde el otro extremo del puente. Es un hombre grande, vestido con uniforme militar ruso. Tiene la cara llena de cicatrices…, y lo más sorprendente de todo: su cuerpo desprende una gran cantidad visible de electricidad.
—Kuwabara, kuwabara… Ah, qué preciosa escena.
—Coronel Volgin…
Mientras el coronel se aproxima a The Boss, la lluvia cesa.
—Bienvenida a mi país y a mi unidad.
—¿Qué está pasando, Boss? —pregunta Snake.
—Deserto a favor de la Unión Soviética. Sokolov es un regalito para mis nuevos anfitriones.
The Boss entrega ambas cajas a Volgin.
—Cabezas nucleares sin retroceso —el coronel examina la otra caja—. Oh, esto sí que es un buen regalo para mí…
—¡Esto no puede estar ocurriendo! —protesta Snake.
—¿Quién es éste? —pregunta Volgin—. ¿Otro de tus discípulos? ¿Viene con nosotros?
—No —responde ella—. Éste todavía es un niño. Demasiado puro para nosotros, los Cobras. Todavía no ha encontrado el coraje necesario para la batalla.
—¡¿De qué estás hablando?! —Snake apunta a su mentora con la Mk 22.
—¿Te crees capaz de apretar el gatillo?
The Boss arrebata el arma de Jack con un rápido movimiento, y la desarma en menos de dos segundos. Lejos de rendirse, Snake la ataca con un cuchillo, pero ella contesta con una llave seguida de un golpe que rompe el codo de su aprendiz. El agente de FOX cae de rodillas, gritando de dolor.
—Ha visto mi cara —dice Volgin—. No puede salir con vida. Si Kruschev se entera de esto, estamos acabados. Tiene que morir.
Volgin carga su cuerpo con electricidad, que parece poder usar a voluntad.
—Espera —The Boss lo detiene—. Es mi aprendiz. Yo me ocupo de él. Jack, no puedes venir con nosotros.
La desertora ofrece la mano a su alumno para ayudarlo a ponerse de pie. Sin embargo, tan pronto como vuelve a estar erguido, lo golpea en el estómago y lo arroja puente abajo, sobre el río Dolinovodno. Snake, intentando agarrarse, se lleva consigo la bandana de su mentora.
—La nueva sangre ha sido rechazada —dice el hombre de los avispones.
—¿Ya hemos terminado aquí? —pregunta Volgin.
—Sí —responde The Boss—. Vamos a la planta de investigación de Sokolov.
—¡El Shagohod es nuestro!
Volgin se marcha, dejando a Boss un momento a solas.
—Desaparece —murmura sin apartar la vista del río—. Mi sitio ahora está con ellos.
Información adicional:
Kuwabara, kuwabara: Frase usada por los japoneses para protegerse de los rayos. “Kuwabara” significa literalmente “campo de moras”.
Capítulo 117 – Davy Crockett
Snake despierta en la orilla del río Dolinovodno, alertado por el incesante sonido de la radio. No sabe cuánto tiempo lleva inconsciente.
—¡Snake, ¿me oyes?! —pregunta el mayor Tom.
—Sí, más o menos…
—¡Snake, necesitas cuidados médicos urgentemente! ¿Te puedes mover?
Jack comprueba el estado de su codo. Tiene mala pinta.
—Tenemos que curarte esas heridas —dice Tom—. ¡Aguanta! Ocúpate de él, Para-Medic.
La mujer toma el turno de palabra:
—Vale, Snake, relájate. Cuando te quieras dar cuenta todo habrá acabado. He visto a gente en peores circunstancias. ¿Crees que podrás aguantar?
Pero él tiene la cabeza en otra parte.
—Mayor… The Boss ha desertado…
—Luego hablaremos de eso —responde Tom—. Ahora lo importante es tu salud.
—Sigue mis instrucciones —dice Para-Medic—. Primero abre la mochila y busca todo lo necesario. Tienes roto el codo izquierdo y una costilla, y desgarros en tu antebrazo, codo derecho y abdomen. Para tratar la fractura de un hueso, necesitas entablillar la zona y cubrirla con vendas. Para tratar desgarros, primero necesitas desinfectante para curar la herida, el kit de suturas para coserla, antisépticos para cortar la hemorragia, y vendas para cubrir la herida. Si haces todo lo que he dicho, podrás aguantar hasta que vayan a recogerte. ¿Entendido?
—Sí…
—¡Mantente despierto! Trata esas heridas cuanto antes.
Aguantando el intenso dolor, especialmente al recolocarse el hueso del codo, Snake sigue las instrucciones de Para-Medic. Cuando termina, usa la bandana de The Boss a modo de cabestrillo, y se recuesta contra el tronco de un árbol. Cercá de allí, en la orilla del río, puede ver un esqueleto humano. Sea quien sea, lleva mucho tiempo muerto/a. (Acordaos de este detalle, porque es muy importante.)
—Ahora vamos a recogerte —dice el mayor Tom—. Quédate donde estás. Lanzaremos un globo de rescate.
Cinco helicópteros pesados pasan por encima del río Dolinovodno. Entre todos ellos, con ayuda de varias correas, portan el Shagohod. Snake los ve alejarse sin poder hacer nada por detenerlos.
En el interior de uno de los helicópteros viajan Volgin, Ocelot y una mujer joven, con gafas. El coronel del GRU está arrodillado, examinando el contenido de las dos cajas. En una hay dos pequeñas cabezas nucleares, y en la otra un lanzamisiles “Davy Crockett”.
—Excelente. Ha sido un gran éxito. Gracias a The Boss y a sus Cobras, hemos conseguido a Sokolov y el Shagohod.
—¿Qué vamos a hacer con la chica? —pregunta Ocelot.
—¿Quién es?
—Creo que es la mujer de Sokolov.
Volgin se acerca ella.
—Buena presa. Me la quedo.
La mujer mete la mano en su bolsillo y saca un pequeño objeto.
—No tan rápido, preciosa —Volgin le agarra el brazo y examina de cerca lo que parece ser un pintalabios—. ¿El beso de la muerte?
—¿Es de la KGB? —pregunta Ocelot.
—Igual podemos sacar partido de ella… La tía tiene agallas.
—¿La llevamos a la base?
—Puede que sí. La planta de investigación de Sokolov ya no nos sirve de nada. Ha llegado la hora de probar mi nuevo juguetito.
Volgin carga el lanzamisiles Davy Crockett con una de las pequeñas cabezas nucleares que le regaló The Boss.
—¡Coronel! —exclama Ocelot—. Aunque sean nuestros enemigos, no dejan de ser nuestros compatriotas.
—Oh, pero no seré yo quien apriete el gatillo, sino nuestra querida desertora americana.
—¡¿Vas a matar a tus propios camaradas?!
El coronel ignora las protestas de Ocelot.
—¡Recuerda El Álamo!
Volgin se permite bromear con el nombre del lanzamisiles (está explicado en “Información adicional”) antes de apretar el gatillo. La cabeza nuclear estalla en la planta de investigación donde Sokolov desarrolló la Fase 1 del Shagohod, reduciéndola a escombros y cenizas.
Información adicional:
Cabestrillo: Banda o sujeción pendiente del cuello o del hombro para inmovilizar un brazo lesionado.
Lanzamisiles Davy Crockett: Cañón sin retroceso capaz de disparar proyectiles nucleares.
Davy Crockett: Aventurero y héroe popular de Estados Unidos en el siglo XIX. Representó al estado de Tennessee en el Congreso de los Estados Unidos, luchó en la Independencia de Texas, y murió en la batalla de El Álamo.
Guerra de la Independencia de Texas: También llamada “Revolución de Texas”. Conflicto que tuvo lugar entre los años 1835 y 1836, en el que la provincia de Texas se independizó de México. Permaneció nueve años como República de Texas, antes de anexionarse a Estados Unidos.
Batalla de El Álamo: Conflicto militar crucial en la Revolución de Texas, que consistió en un asedio de trece días de duración. Todos los beligerantes en favor de la República de Texas murieron, a excepción de dos personas, lo cual inspiró a muchos colonos texanos y aventureros estadounidenses a unirse al ejército de Texas, animados por el deseo de venganza, tras la crueldad mostrada por el ejército mexicano durante el asedio.
Beso de la muerte: Forma de referirse a una pistola disfrazada de pintalabios, que era usada frecuentemente por la KGB.
Enlaces:
– Metal Gear, parte 1: capítulos 1-3
– Metal Gear, parte 2: capítulos 4-10
– Metal Gear 2, parte 1: capítulos 11-18
– Metal Gear 2, parte 2: capítulos 19-26
– Metal Gear Solid, parte 1: capítulos 27-31
– Metal Gear Solid, parte 2: capítulos 32-53
– Metal Gear Solid, parte 3: capítulos 54-66
– Metal Gear Solid 2, parte 1: capítulos 67-71
– Metal Gear Solid 2, parte 2: capítulos 72-82
– Metal Gear Solid 2, parte 3: capítulos 83-96
– Metal Gear Solid 2, parte 4: capítulos 97-109
– Metal Gear Solid 3, parte 1: capítulos 110-117
– Metal Gear Solid 3, parte 2: capítulos 118-133
– Metal Gear Solid 3, parte 3: capítulos 134-146
– Metal Gear Solid 4, parte 1: capítulos 147-155
– Metal Gear Solid 4, parte 2: capítulos 156-174
– Metal Gear Solid 4, parte 3: capítulos 175-195
– Portable Ops, parte 1: capítulos 196-203
– Portable Ops, parte 2: capítulos 204-211
– Peace Walker, parte 1: capítulos 212-222
– Peace Walker, parte 2: capítulos 223-233
– Metal Gear Solid V: Ground Zeroes: capítulos 234-235
– Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, parte 1: capítulos 236-251
– Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, parte 2: capítulos 252-265
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