Guía argumental de Kingdom Hearts χ Back Cover
Guía argumental de Kingdom Hearts χ Back Cover
Fecha de publicación: 18 de enero de 2022
Autor: Chris H.
Etiquetas: Kingdom Hearts
Fecha de publicación: 18 de enero de 2022
Autor: Chris H.
Etiquetas: Kingdom Hearts
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  «Hace mucho, los mundos conformaban uno solo. A esta época se la conocería posteriormente como la era de los cuentos de hadas».


Back Cover 1 – Albaburgo

  La historia narrada en KH χ Back Cover se inicia muchos años antes de los sucesos del resto de la saga, en una ciudad llamada Albaburgo, y está protagonizada por el Maestro de Maestros (desde ahora únicamente “Maestro”, para acortar) y sus seis aprendices.
  El Maestro poseía un ojo capaz de atisbar el futuro. Tuvo a bien confiar a cinco de sus seis pupilos un ejemplar del Libro de las Profecías, cuyas páginas recogían las calamidades que habrían de venir, y que mostraban un futuro aciago.
  Un buen día, el Maestro desapareció sin previo aviso, no sin antes dejar una importante misión para cada uno de sus seis pupilos. El responsable Ira, portador de la máscara del unicornio, tomó el testigo como líder del grupo. La virtuosa Invi, portadora de la máscara de la serpiente, quedó a cargo de observar a los demás, siempre con equidad. El intrépido Aced, portador de la máscara del oso, fue nombrado asistente del nuevo líder. La prudente Ava, portadora de la máscara del zorro, asumió el papel de preparar a extraordinarios portadores de la llave espada para el futuro. El imperturbable Gula, portador de la máscara del leopardo, quedó a cargo de descubrir el misterio del Libro de las Profecías. Por último estaba Luxu, cuya misión difería completamente de los demás. Él se marchó antes incluso de la desaparición del Maestro de Maestros, llevando una llave espada y una caja consigo.
  Ira, Invi, Aced, Ava y Gula eran conocidos como “Augures”. El Maestro dejó otra misión para todos ellos: fundar sus respectivas cinco órdenes, donde entrenarían a numerosos portadores de la llave espada, para que recogieran luz derrotando a los sincorazón. Así, Ira creó la orden Unicornis. Invi hizo lo propio con la orden Anguis. Aced fundó la orden Ursus. Ava, la más joven, era la líder de la orden Vulpes. Por último, Gula estaba al frente de la orden Leopardos.

  Para no perdernos en la narración, todos los sucesos previos a la desaparición del Maestro estarán explicados en pasado, mientras que lo que ocurra tras la desaparición (con una excepción, que entenderéis cuando la veáis) estará contado en presente.

Back Cover 2 – Misión de Ira

  Ira acudió al encuentro del Maestro, quien solicitó hablar con él fuera de su despacho, para tratar un tema que no quiso adelantarle.
  —¿Has leído el Libro de las Profecías? —preguntó el Maestro.
  —Sí, pero aún intento asimilarlo.
  —Te lo tomas con calma, ¿eh?
  —Quiero examinarlo con detenimiento —se excusó Ira—. Maestro, ¿es verdad lo que dice el último pasaje?
  —Ah, eso, sí… Una pena, ¿verdad?
  —Sí. —Ira agachó la cabeza, entristecido.
  —Por cierto, si algún día desaparezco de repente, ¿puedo contar contigo para que apacigües a los demás?
  —¿Qué quieres decir con “desaparecer”?
  —Desaparezco, me desvanezco, me esfumo… Llámalo como quieras. De todas maneras, es sólo un caso hipotético.
  —Vale…
  De pronto, el Maestro cambió su habitual tono jovial por uno mucho más serio y solemne.
  —El mundo está lleno de luz. Se compone de muchos otros mundos más pequeños, conectados entre sí, que se extienden más allá de donde alcanza la vista. Una luz nos protege a todos los que habitamos este vasto territorio. Todos los mundos comparten una luz, un destino.
  —Se refiere a Kingdom Hearts, ¿no? —preguntó Ira.
  —Has dado en el clavo. La gente cree que la luz de Kingdom Hearts no desaparecerá nunca. Sin embargo, si se extinguiera, el mundo se sumiría en una profunda oscuridad.
  —Entiendo. Por eso nos ha entregado estas llaves espada, para que transmitamos el mensaje de la luz y protejamos Kingdom Hearts de la oscuridad.
  —No —replicó el Maestro—. No son para proteger Kingdom Hearts. El último pasaje dice: “En ese mundo condenado, estallará una gran guerra. La luz se extinguirá y sólo quedará oscuridad”.
  Ira no pudo evitar mostrarse sorprendido ante semejante aseveración.
  —¿Acaso no es nuestro deber, como portadores de la llave espada, impedir que estalle la guerra?
  —Eso es imposible —respondió el Maestro de forma totalmente despreocupada.
  —¿Qué?
  —¿De verdad crees que puedes cambiar el futuro?
  Ira no supo qué responder a eso.
  —Entonces… —dijo—, ¿qué quiere de nosotros?
  —Debemos concentrarnos en el después. De poco sirve intentar cambiar algo que sabemos que va a acontecer.
  —Pero, ¿y qué hay de los habitantes de este mundo? —insistió Ira—. ¿Y de quienes estarán aquí cuando llegue la oscuridad? ¿Vamos a abandonarlos a todos?
  —Sé realista. —El Maestro rió—. ¿De verdad piensas que siete personas pueden salvar a un mundo entero?
  —¡Al menos debemos intentarlo! Si tuviéramos más portadores de la llave espada, podríamos…
  —Bueno —lo interrumpió el Maestro—, si te empeñas…
  —Sí —asintió Ira, optimista.
  —Tú mismo. ¡Buena suerte!
  El Maestro de Maestros se marchó. Tenía más Augures con los que reunirse.
  Aunque eso tendrá que esperar, pues, como ya os adelantaba antes, a lo largo de esta historia se intercalan continuamente escenas de distintos momentos temporales: antes y después de la desaparición del Maestro. Prestad atención al tiempo verbal utilizado en cada capítulo.

Back Cover 3 – Lucientes y terrores

  Ira, el Augur de la máscara del unicornio, ha convocado a sus cuatro compañeros en la sala de reuniones. Tiene malas noticias que transmitirles.
  —Hay un traidor entre nosotros.
  —¿Cómo lo sabes? —pregunta Invi, la mujer de la máscara de la serpiente—. ¿Acaso tienes pruebas?
  —He encontrado esto.
  Ira les muestra un pequeño animal, parecido a un gato, que camina a dos patas.
  —¿Es un Chirithy oscuro? —dice Ava, la chica con la máscara del zorro.
  —¡¿Un terror?! —exclama Invi, asombrada.
  Este concepto, el de los terrores, ya debería seros familiar de antemano, pues ocupa una parte importante de Dream Drop Distance. Resulta que fue el Maestro quien creó a los Chirithy lucientes para que ayudaran a los portadores de la llave espada. Todos tendrían el suyo propio, quien los acompañaría y guiaría por el buen camino. Sin embargo, si el corazón de uno de los portadores se viera invadido por la oscuridad, su luciente adquiriría un tono oscuro, convirtiéndose en lo que denominan “terror”. Si eso ocurriera, su misión más urgente sería detenerlo antes de que la oscuridad se propagara a otros corazones.
  Y los peores augurios se han cumplido: Ira ha encontrado a un Chirithy oscuro, lo que implica que, posiblemente, uno de ellos sea un traidor.
  —¡Yo no soy! —se apresura a decir Aced, el hombre de la máscara del oso.
  —Hay una manera sencilla de resolver este asunto —responde Gula, el chico de la máscara del leopardo—. Invoquemos a nuestros lucientes y lo sabremos.
  —Por desgracia —dice Invi—, hay numerosos portadores de la llave espada a nuestras órdenes. Cualquiera de nosotros puede invocar a uno de sus Chirithy que no sea un terror. Dudo que lo que sugieres nos lleve a ninguna parte.
  —En ese caso —interviene Ava—, ¿cómo podemos saber que el terror que viste pertenece a uno de nosotros? Podría ser de cualquiera de las órdenes.
  —Lo dudo mucho —replica Ira—. ¿Recuerdas lo que se entregó a los portadores de la llave espada para hacerlos más fuertes? Normalmente no nos preocupamos de lo que llevan. No obstante, creo que esos objetos son obra del terror.
  —¿Los brazaletes? —pregunta Ava—. Ya sé que, cuando se equipan, permiten acumular energía oscura…, pero todos habíamos acordado consentir su uso.
  —El problema no es acumularla, sino usarla. Es prácticamente lo mismo que usar el poder de la oscuridad.
  —Un plan genial. —Gula suspira, resignado—. Todos los lucientes tienen el mismo aspecto, y hay muchísimos portadores de la llave espada. Es imposible averiguarlo.
  —Oh, no… —se lamenta Ava—. Todos se han puesto ya los brazaletes…
  Los cinco se quedan en silencio, pensativos. Es Aced quien rompe el hielo.
  —¿Y ahora qué? ¿Cómo vamos a encontrar al culpable?
  —Esos brazaletes no los ha podido adquirir cualquiera —dice Ira—. Por eso, estoy seguro de que es uno de nosotros.
  —Lo siento, Ira —replica Invi—, pero no estoy de acuerdo. ¿Qué pruebas tenemos de que los brazaletes estén ligados al poder de la oscuridad, o de que hayan sido creados por un terror? No podemos sacar conclusiones precipitadas.
  —Menudo líder estás hecho, Ira —protesta Aced—. Gracias a tu magnífico discurso, ahora nos invade la duda a todos. ¿Qué pensabas? ¿Que el traidor iba a entregarse con semejante acusación? Qué ingenuidad. Creo que el Maestro se equivocó al elegirte.
  —Basta ya, Aced —lo corta Invi para evitar que la discusión vaya a mayores.
  Sin decir nada más, Aced abandona la sala.
  —Creo que hemos acabado por hoy —sentencia Gula—. Confío en que nos mantengas al tanto, Ira.
  —Espero que todo se resuelva pronto —añade Ava, con expresión triste.
  Ambos salen de la habitación, dejando a Ira e Invi a solas.
  —No ha ido muy bien, que digamos… —se lamenta él.
  —¿Qué te pasa, Ira? No te reconozco.
  —Una página perdida… Algo falta en nuestro Libro de las Profecías. Al parecer, cada una de nuestras copias contiene los eventos del futuro. Pero… este suceso no aparece en ninguna parte.
  —¿Y qué tiene todo esto que ver con el traidor? —pregunta Invi.
  —Como acabo de decir, no aparece en mi libro.
  —Ira, ¿sugieres que alguien tiene la página que falta? ¿Y que quien posee el libro entero es el traidor?
  —Que pasa algo, está claro. Y una página del libro ha desaparecido como por arte de magia. No creo que sea algo descabellado pensar que quien tiene la página que falta ha caído presa de la oscuridad. Confía en mí.
  Invi se apresura a examinar su propio Libro de las Profecías.
  —Tampoco aparece en mi libro. Quizás tengas razón. Aunque, por otro lado, ¿y si entregar la página que falta solamente a uno de nosotros era el plan del Maestro desde el principio?
  —Es imposible saberlo —concluye el líder de Unicornis—, ahora que el Maestro ha desaparecido.
  —No te preocupes, Ira, observaré de cerca a los demás. Te mantendré informado, como siempre.
  —Gracias.
  —De nada. Al fin y al cabo, es lo que el Maestro me pidió que hiciera. Que tu corazón te sirva de guía, Ira.

Back Cover 4 – Misión de Invi

  La mujer de la máscara de la serpiente escuchaba atentamente las palabras del Maestro de Maestros.
  —Resumiendo: quiero que observes a los demás. Poca cosa.
  —De acuerdo —asintió Invi.
  —Como ya he dicho, es posible que Ira tenga que tomar las riendas. No seas tímida, pero sí justa. ¡Habla sin miedo! Aunque mi palabra exacta haya sido “observar”, también tendrás que mediar. Asegúrate de que todos se llevan bien.
  —Lo entiendo, pero… la idea de formar y mantener una orden sin Luxu o sin usted, es poco menos que inquietante, la verdad.
  —¡No te lo tomes tan a la tremenda, Invi! Esto es sólo por si desparezco, cosa que tal vez no ocurra nunca. ¿O acaso quieres que me vaya?
  —¿Qué? ¡N-no, claro que no!
  —¡Era broma! —El Maestro rió mientras pasaba su mano por la cabeza de Invi—. Sé que a todos nos cuesta aceptar los cambios, pero el mundo siempre avanza. O te adaptas o te quedas atrás, sola. Ahora que sabes lo que nos depara el destino, ¿qué te dice tu corazón, Invi? Te lo tengo dicho: “que tu corazón te sirva de guía”. Tienes que escuchar a tu corazón y hacer lo que te pida.
  —Entendido.

Back Cover 5 – Alianza

  Días después de que Ira les advirtiera de que uno de ellos podría ser un traidor, Aced, Gula y Ava se han reunido en secreto en un almacén.
  —Me he equivocado con Ira —dice Aced, visiblemente molesto—. Pensaba que sería un buen líder, pero me ha decepcionado. ¿Qué opináis vosotros? No os creeréis lo que ha dicho Ira, ¿verdad?
  —Claro que no —responde Gula, más calmado que su colega—. Sus argumentos no tenían pies ni cabeza. Como dijo Invi, no son más que especulaciones infundadas. No existen pruebas que apunten a ningún culpable, mucho menos uno de nosotros.
  —Quizás exista algo que todavía no nos haya contado —sugiere Ava.
  —Si es así —replica Aced—, debería decírnoslo. ¡¿Cómo se atreve a sospechar de nosotros, de sus camaradas?!
  —No sé si “camaradas” es la palabra más apropiada… —murmura Gula—. En cualquier caso, ¿por qué no vas al grano, Aced? Dudo que nos hayas reunido para quejarte.
  —Quiero que los tres formemos una alianza.
  —¡Las alianzas están prohibidas! —protesta Ava.
  —Lo sabía —dice Gula—. Sabía que esto iba a pasar. ¿Qué sugieres, Aced? ¿Que nos unamos y nos enfrentemos a Ira?
  —No serviría de nada —reconoce el hombre de la máscara del oso—. Ira no va a cambiar de opinión. La oscuridad juega un papel en todo esto, no me cabe duda. Pero no creo que haya un traidor en nuestras filas. Por desgracia, Ira no opina lo mismo, y se dedica a perder el tiempo intentando encontrar al traidor. La oscuridad no espera, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Hemos de reunirnos y encontrar la manera de vencerla.
  —Supongo que tiene sentido —asiente Gula.
  —Estoy de acuerdo en que debemos combatir la oscuridad —contesta Ava—, pero el Maestro dejó muy claro que no podíamos combinar las órdenes.
  —Una pena que ya no esté… —Aced sabe que todo sería más fácil con él.
  —Me apunto —dice Gula de repente—. Pero dejemos algo claro: la alianza es únicamente entre nosotros dos. No quiero involucrar a los miembros de mi orden.
  Aced y Gula miran a Ava, esperando escuchar su decisión.
  —Yo… quiero obedecer al Maestro.
  —Lo entiendo —responde Aced—. La elección está en tus manos. Haz lo que consideres correcto.
  —Ya…
  —Por cierto, Aced. —Gula cambia de tema—. ¿Saben algo Ira e Invi?
  —Por motivos evidentes, no le he dicho nada a Ira. Pero sí que he hablado con Invi.
  Precisamente, en ese mismo instante, la mujer de la máscara de la serpiente llega al almacén.
  —¿Querías verme, Aced? —Invi mira a su alrededor, sorprendida—. Gula, Ava, ¿qué hacéis aquí? ¿A qué viene todo esto?
  —Escucha, Invi —dice Aced—. Quiero formar una alianza entre nuestras órdenes. Gula ya ha aceptado. ¿Y tú, estarías dispuesta a…?
  —¡¿Y desobedecer al Maestro?! —Es un claro “no”.
  —¡No nos queda otra elección! —insiste Aced—. La oscuridad se cierne sobre nosotros. Tenemos que unirnos si hemos de derrotarla.
  —El Maestro nos asignó una misión a cada uno —le recuerda Invi—, y nos dijo que, para garantizar el equilibrio del poder, las órdenes debían ser independientes. Alterar el equilibrio genera ansias de más poder y, en última instancia, oscuridad. ¿Acaso se os ha olvidado? Quizás… sea a ti, Aced, a quien ha invadido la oscuridad.
  —¿Que me ha invadido a mí? —El hombre de la máscara del oso aprieta el puño con rabia—. ¿Y tú qué, Invi? Nos espías e informas de todo a Ira. ¡¿De verdad crees que tu corazón sigue estando puro después de lo que has hecho?!
  —¡Lo hago porque es mi misión!
  —Observarnos, sí, ¡pero no contarle a Ira todo lo que hacemos y decimos!
  —Es que…
  —¡¿Quién nos dice que Ira y tú no estáis compinchados y tramáis a nuestras espaldas?!
  —Basta ya.
  Invi se marcha, dando la discusión por finalizada.

Back Cover 6 – Ephemer

  Ava está sentada en el borde de una fuente, en la plaza de Albaburgo, lamentándose por los últimos sucesos.
  —¿Hasta cuándo vamos a seguir así, discutiendo los unos con los otros?
  Un chico de pelo rizado se aproxima a ella.
  —¡Maestra Ava!
  —Oh, hola, esto… Te llamabas Ephemer, ¿no?
  —¡Sí! ¿Puedo sentarme contigo?
  —Claro.
  Ephemer se sienta a su lado.
  —¿A qué viene esa cara? —pregunta él—. ¿Te pasa algo?
  —Es complicado… —responde la portadora de la máscara del zorro—. ¿Recuerdas lo que me preguntaste una vez, acerca de por qué las órdenes compiten entre sí en lugar de colaborar? En realidad, siempre me había preguntado lo mismo.
  —¿Acaso no es lo que ordenó el Maestro?
  —Sí, y debemos obedecer sus instrucciones. Si él lo dijo, así ha de hacerse. Pero últimamente no hago más que pensar. Una vez me dijiste que buscabas respuestas, que querías resolver los misterios del mundo. Creo que tenías razón. Para llegar a alguna parte, tenemos que cuestionar las cosas y pensar por nosotros mismos.
  —Te veo muy rara hoy. Supongo que los Augures también tienen días malos. ¡Quizás te pongas de mejor humor si hablamos sobre el Libro de las Profecías!
  —Lo siento, pero no. —Ava y sus compañeros tienen prohibido compartir el contenido del libro.
  —Vaya…
  —¿Creías que iba a colar?
  —¡No, no, sólo bromeaba!
  —Si tú lo dices… —responde ella con tono alegre—. Pero, volviendo al tema, creo que sería genial si todas las órdenes se llevasen bien y colaborasen.
  —Ahora que lo dices, hoy he conocido a alguien de otra orden. No hablaba mucho, me da que es tímido. Hemos quedado mañana.
  —¡Seguro que os lo pasáis muy bien! Deberías ir a casa y descansar para mañana.
  —¡Vale! —Ephemer se pone en pie de un salto—. Bueno, me alegro de haber hablado contigo. No sé qué te preocupa, pero espero que se te pase pronto.
  —Gracias.
  Ephemer se marcha corriendo.
  —Si llegara a pasar algo malo —dice Ava para sí misma—, me encantaría dejar el futuro en manos de los jóvenes que ven el mundo como él. Deja que el viento te lleve lejos, cual diente de león.

Back Cover 7 – Informes

  La mujer de la máscara de la serpiente acude al encuentro de Ira, quien está estudiando el Libro de las Profecías.
  —¿Has descubierto algo, Invi?
  —Al parecer, las órdenes de Aced y Gula se han aliado.
  —Entonces, Aced es el traidor.
  —No, no creo que lo sea —replica Invi—. Aced ve la alianza como una manera de adquirir mayor fuerza para enfrentarse a la oscuridad. Diría que su corazón todavía pertenece a la luz.
  —Aunque tengas razón, el Maestro prohibió claramente las alianzas.
  —Sí, y ante todo deberíamos obedecerlo —sentencia la Augur—. Por eso he intentado persuadir a Gula para que la disuelva.
  —Ya me encargo yo —se ofrece Ira.
  —No, déjame que hable con él —insiste Invi—. Si intervienes, no servirá más que para enfadar más a Aced.
  —Como quieras. Lo dejo en tus manos.
  —Otra cosa, Ira: Aced cuestiona nuestros motivos. Por precaución, te informaré con menos frecuencia. No quiero que se lleve una impresión equivocada. Espero que lo entiendas.
  —Claro.
  Invi se marcha, dejando al portador de la máscara del unicornio a solas con su Libro de las Profecías.

Back Cover 8 – Ruptura

  Meses después del inicio de la alianza entre Aced y Gula, ambos Augures vuelven a reunirse en el almacén.
  —Se acabó, lo dejo —dice el chico de la máscara del leopardo.
  —¿Qué dejas?
  —La alianza. Va siendo hora de disolverla.
  —¿Y eso por qué? —pregunta Aced, disgustado.
  —Cuando accedí a formarla, pensaba que la oscuridad se cernía sobre nosotros. Pero no ha ocurrido nada. De hecho, no se ha producido ningún incidente últimamente. Y tampoco le has pedido a nadie más que se una a la causa.
  —Sí, pero…
  —La alianza no sirve de nada —insiste Gula—. Hasta Invi lo piensa.
  —¡¿Invi?!
  —Oh…. Se me ha escapado.
  —¡¿Te ha dicho ella que disuelvas la alianza?!
  —Tal vez —reconoce Gula—. Pero soy yo quien ha tomado la decisión, por los motivos que te acabo de explicar.
  Aced coge a su amigo por la pechera.
  —¡Todavía no hemos dado con el traidor!
  —Precisamente por eso. No puedo confiar en nadie.
  El hombre de la máscara del oso suelta a su compañero…, aunque no por ello va a dejar de insistir.
  —¿Te das cuenta de que no vas a poder enfrentarte a la oscuridad tú solo?
  —Ya he tomado la decisión.
  Gula se marcha del almacén, dejando a Aced muy cabreado. Aunque no con él, sino con su compañera Augur.
  —¡Te arrepentirás de esto, Invi!

Back Cover 9 – Misión de Aced

  Aunque fue el Maestro quien reclamó la presencia de Aced en su despacho, allí no había nadie cuando llegó el Augur de la máscara del oso. Por suerte, sólo tuvo que esperar unos segundos antes de que el Maestro de Maestros se uniera a él.
  —¿Llevas mucho esperando, Aced? Lo siento.
  —Acabo de llegar.
  —Bueno, dime: ¿por qué has venido?
  —Eh… —Aced se quedó descolocado—. ¿Acaso se ha olvidado? Me ha llamado usted.
  —¡Pues claro que no me he olvidado! —el Maestro rió—. ¡Era broma! Te estaba poniendo a prueba.
  —Ya…
  —A ver, te he llamado para explicarte tu misión. Vas a ser la mano derecha de Ira.
  —¿Eh? ¿A qué se refiere?
  —Ira será el líder cuando me marche, así que tendrá que contar con tu respaldo. No me decepciones.
  Aced no quedó nada conforme con aquella decisión.
  —A ver si me ha quedado claro, Maestro: ¿Ira va a ser el líder?
  —¿Acaso detecto cierto tono de decepción en tu voz? ¿Querías ser tú el líder?
  —¡No! —se apresuró a responder—. Bueno…, si me lo hubiera pedido, tal vez. Pero a lo que me refería es…
  —Entonces —insistió el Maestro—, sí que quieres ser el líder, ¿no?
  —Yo…
  —Sé que lo deseas, pero con eso no basta. Lo fácil sería decirte: “¡tío! ¡Ascenso al canto! ¡Ahí lo llevas!”. Ponerte de mandamás y eso. Pero hace falta algo más que entusiasmo para ser el jefe. Además, necesito a alguien como tú, que le dé algún que otro empujón en la dirección adecuada.
  Aced optó por tragarse el orgullo y seguir las instrucciones del Maestro.
  —Tiene razón. Ira es el más digno de todos nosotros. Seguro que será un gran líder.
  —Adjudicado entonces.
  —Un momento —siguió el Augur—. Por muy digno que sea, ¿por qué necesitamos otro líder, Maestro? ¿Acaso va a dejar de instruirnos usted?
  —Bueno…, quizá desaparezca algún día. —No hubo respuesta. Aced lo observaba con la boca abierta, en silencio—. Bueno —repitió—, quizá desaparezca algún…
  —¡¿Desaparecer?! —exclamó Aced de repente—. ¡¿Por qué?! ¡¿Adónde?!
  —¡A ver si contestas antes! ¡Pensaba que no me estabas escuchando! De todas maneras, no estoy seguro de si voy a desaparecer o no. A saber.
  —Pero…
  —En cualquier caso —lo interrumpió el Maestro—, tendrás que respaldar a Ira. Bien sabemos que es muy estirado. Lo suyo es pensar y darle vueltas a la cabeza tras esa máscara de unicornio. Tendrás que hacer que se ponga en marcha. Los demás cuentan contigo.
  —De acuerdo —asintió Aced, resignado.
  —Puede que no te entusiasme tu misión, pero es la más importante. ¿Entendido?
  —¿Eh?
  —¿Es que tengo que explicarlo todo? Aunque nombrar líder a Ira es buena idea en teoría, es posible que más adelante te parezca que no lo está haciendo bien, en cuyo caso tendrás que intervenir. Tu liderazgo podría marcar la diferencia. Ésa es tu verdadera misión.
  Aquello cambió la cara de Aced. Ahora sí se sentía importante.
  —Entendido, Maestro.
  —Que tu corazón te sirva de guía. ¡Buena suerte, Aced!

Back Cover 10 – Enfrentamiento

  Ha pasado más de un año desde que desapareció el Maestro. Aced, convencido de que su verdadera misión consiste en reconducir, por las buenas o por las malas, la situación entre los Augures, se dispone a enfrentarse a Ira. Sin embargo, antes de llegar a su encuentro, Invi se interpone en su camino. Las llaves espada del hombre de la máscara del oso y la mujer de la máscara de la serpiente entrechocan bajo la luz del crepúsculo.
  —¡No seas tan presuntuoso! —exclama Invi—. ¡Sólo quiero proteger el equilibrio, tal y como ordenó el Maestro! ¡Has perdido el juicio!
  —O hacemos algo, o la luz se extinguirá —insiste Aced—. Si eso ocurre, no podremos evitar el sombrío destino que nos aguarda. ¡Si hemos de salvar al mundo, debemos ir contra las enseñanzas del Maestro!
  —¡¿Insinúas que el Maestro estaba equivocado?!
  —Él ya no está aquí —le recuerda el Augur de la máscara del oso—. No dejaré que su profecía se cumpla. ¡El mundo no puede caer presa de la oscuridad!
  —¡Serás necio!
  El combate entre ambos es muy igualado, aunque, poco a poco, Invi empieza a imponerse. Gula observa todo escondido detrás de una esquina, sin intervenir…, hasta que llega Ava. Entonces, el chico de la máscara del leopardo se hace el despistado, como si acabase de llegar, y ambos se apresuran a separar a sus dos amigos.
  —¿Qué estáis haciendo? —pregunta Ava, perpleja.
  —Por desgracia —responde Invi—, he descubierto quién es el traidor.
  —¡No puede ser verdad!
  La chica de la máscara del zorro mira a Gula, esperando que sea él quien tome la decisión. Éste hace aparecer su llave espada, dejando claras sus intenciones.
  —¡Ava, no tenemos tiempo que perder!
  Los tres Augures, Invi, Gula y Ava, se preparan para enfrentarse a su ya excompañero. Aced, por su parte, no piensa huir ante tan desventajoso combate.
  —Que mi corazón me sirva de guía.
  El hombre de la máscara del oso se abalanza sobre ellos.

Back Cover 11 – Misión de Gula

  El chico de la máscara del leopardo tuvo que esperar pacientemente hasta que el Maestro terminó de buscar cierta información en el Libro de las Profecías.
  —A ver… ¿Dónde está? ¡Ah, aquí!
  El Maestro arrancó una página concreta y se la entregó a su pupilo.
  —¿Qué es esto? —preguntó Gula.
  —Adelante, léelo.
  —Veo que es del Libro de las Profecías, pero…
  —Es una página que no aparece en vuestros libros —explicó el Maestro—. En ella está escrita tu misión: tienes que encontrar al traidor que se oculta entre vosotros y detenerlo antes de que sea demasiado tarde. Para ello…
  —Ya veo —lo interrumpió Gula—. Por eso todos tenemos distintas misiones, ¿no? Si uno no cumple la misión que se le ha encargado, podemos asumir que es el traidor. Un plan brillante.
  —¡Vaya, me has arruinado la explicación!
  —¿Eh?
  —¡Qué rabia! —protestó el Maestro—. ¡Me has chafado la sorpresa! ¡Quería dejarte boquiabierto con mi asombrosa genialidad y mi espléndida oratoria!
  —¿Perdón? ¿Acaso estoy equivocado?
  —No, estás en lo cierto. —El Maestro suspiró—. En fin, ahora te toca a ti entrar en acción. Aunque sabemos que hay un traidor, compórtate normal y céntrate. Confía en ti y en nadie más.

Back Cover 12 – Discordia

  Las calles han quedado destrozadas tras el enfrentamiento entre los Augures. Aced se ha visto obligado a huir, herido, incapaz de derrotar a Invi, Gula y Ava al mismo tiempo.
  El chico de la máscara del leopardo sigue el rastro del supuesto traidor, y no tarda en dar con él. Está sentado en el suelo, en no muy buenas condiciones. Su respiración es entrecortada, a causa del dolor y el cansancio.
  —Gula… —dice al verlo llegar.
  —¿Sabes cuál es mi misión, Aced? Falta algo en nuestro Libro de las Profecías. Una página perdida.
  —¿Una página perdida?
  —La página habla de la existencia de un traidor. El Maestro me ha pedido que lo encuentre y lo detenga.
  Gula hace aparecer su llave espada, que apunta hacia el hombre de la máscara del oso.
  —Te consideraba mi camarada —protesta Aced, poniéndose en pie—. Pero ya no, Gula. Me da igual si piensas que soy el traidor y quieres acabar conmigo. Sabías que había un traidor, y, en vez de decir nada, te limitaste a observar cómo nos peleábamos. Eso no te lo perdono.
  —Estás hecho polvo, Aced. ¡Ríndete de una vez!
  —¡No me subestimes!
  Ava llega corriendo poco después. Justo a tiempo para ver a Gula caer al suelo, derrotado.
  —¡Déjalo ya! —La chica se interpone entre ambos.
  —Tú también, ¿eh? —responde Aced antes de marcharse.
  —¿Por qué hemos tenido que llegar a esto…?

  Aced camina bajo la lluvia, arrastrando los pies, por las calles de Albaburgo. No tarda en toparse con el Augur de la máscara del unicornio.
  —¿Has venido a rematarme? —dice Aced—. Ya puedes darte prisa.
  —No he venido por eso —replica Ira—. Quiero cumplir mi misión, eso es todo. No es responsabilidad nuestra cambiar los eventos del futuro. Pero sí lo es asegurarnos de que la luz no se extinga. Sólo hay cinco luces, y no podemos permitir que desaparezca ninguna.
  —¿Todavía me consideras una de las cinco?
  —Por supuesto.
  Ira pone una mano sobre el hombro de Aced para transmitirle su confianza.
  —Sólo tú podrías ser tan optimista después de todo lo que ha pasado… —dice Aced—. Supongo que ése es uno de los motivos por los que te respeto tanto. En cualquier caso, es posible que sólo seamos cuatro. Me refiero a Gula. Me habló de la página perdida. Al parecer, contiene algo que no aparece en nuestro Libro de las Profecías. La está usando para dar con el traidor y atraparlo. Según él, es su misión. ¿Quién sabe cuáles son sus verdaderas intenciones? Lo que sí sé, es que jamás le perdonaré el haberse callado lo del traidor. Ésa es la mayor traición de todas.
  —Quiero pensar que Gula se limitaba a cumplir su misión —responde Ira—. Me ocuparé del asunto, Aced. De momento, no digas nada a nadie.
  —Entendido.
  —Tengo que encontrar esa página perdida…

Back Cover 13 – Página perdida

  Pocos días después, Invi y Ava discuten sobre un puente.
  —¡¿Por qué se lo has contado a Ira?! —protesta la chica de la máscara del zorro—. Sé que has sido tú, porque nadie más sabía dónde estábamos. ¿No se te ocurrió pensar que podrías empeorar las cosas?
  —¿Y qué más te da? Además de poseer tu propia orden, he descubierto que te has llevado a los mejores portadores de la llave espada de otras órdenes, y los estás adiestrando en un lugar secreto. ¿O no es verdad?
  —¡Lo hago porque es mi misión!
  —¿Qué? —Invi ha metido la pata—. No lo sabía… Perdona, me he pasado.
  —Está bien —responde Ava, conciliadora—. Yo tampoco tendría que haberme puesto así.
  —¿Qué quería Ira?
  —No lo tengo muy claro —dice la Augur de la máscara del zorro—. Me ha pedido que le entregue a Gula. Sus ojos… daban miedo. Pensaba que iba a hacer algo terrible. Sabía que no le podía decir dónde está Gula. Al ver que no iba a sacarme nada, se ha marchado.
  —Ya veo… —asiente Invi—. Y ¿cómo está Gula?
  —No lo sé. Se ha ido.
  Ava recuerda lo sucedido poco antes…

  La chica de la máscara del zorro estaba bajo ese mismo puente, en un escondrijo, cuidando de Gula, herido tras su combate contra Aced.
  —¡Se acerca alguien! —advirtió el Chirithy de Ava—. ¡Viene directo hacia aquí!
  —Ocúpate de Gula, ahora vengo.
  En la zona superior del puente, Ava se topó con Ira, quien recorría el lugar como si buscase algo.
  —¿Va todo bien? —preguntó ella.
  —Sé que Gula está aquí.
  —¿Qué?
  —Dime dónde está —exigió Ira con voz severa.
  —¿Para qué? ¿Qué piensas hacer?
  —No es asunto tuyo.
  —Pues no pienso dejar que te acerques a él —replicó Ava.
  —Así que esas tenemos… Muy bien, me voy.
  El hombre de la máscara del unicornio aceptó marcharse, por respeto a su compañera.
  Cuando Ava regresó al escondrijo, descubrió que el chico herido estaba intentando salir de allí.
  —¿Qué haces, Gula?
  —¿Ha pasado algo?
  —Ha venido Ira. Quería que te entregase.
  —Sabía que llegaríamos a esto… —se lamentó Gula.
  —¿Llegar a qué? —preguntó Ava.
  —Todo el mundo quiere leer la página perdida.
  —¿La página perdida?
  —Sí. Una página que me entregó el Maestro. No aparece en nuestros Libros de las Profecías. Habla de una traición inevitable. Menciona al “portador del emblema”. Y eso es todo, así que no tengo muy claro a qué se refiere. Mi misión es encontrar al traidor. Sospechaba de Aced, y por eso me enfrenté a él. Ya sabes lo que ocurrió después.
  —¿Por qué me cuentas esto, Gula? Ya tengo bastante con las enseñanzas del Maestro y con mi misión.
  —Ambos hacemos lo que nos han encargado. Soy un necio por actuar en función de lo que pone en la página perdida. Además, el texto es de lo más ambiguo. Por eso tengo que averiguar quién es.
  —¿Cómo?
  —Preguntando al Maestro.
  —Pero ya no está.
  Pese al riesgo evidente que corría, Gula decidió contarle su plan a Ava.
  —Voy a invocar Kingdom Hearts.
  —¡¿Qué?!
  —Entonces, no le quedará más remedio que volver.
  —¡Invocar Kingdom Hearts está totalmente prohibido!
  —¡Precisamente por eso! —insistió Gula—. ¡La única manera de que vuelva es romper las reglas! ¡Si las cosas no cambian, el mundo estará condenado! Pero, para ello, necesito más luz. No tengo suficiente. Tú siempre haces lo correcto, Ava. Ayúdame.
  La chica de la máscara del zorro reflexionó unos segundos antes de dar una respuesta.
  —Mira, sé que quieres que regrese el Maestro…, pero invocar Kingdom Hearts podría tener consecuencias nefastas para el resto del mundo. Si el Maestro nos lo prohibió, fue por algo. Lo siento, pero no te puedo ayudar.
  —Entiendo… Que tu corazón te sirva de guía.
  Ante la negativa de su compañera Augur, Gula se marchó por su cuenta.

  Volvemos al presente, con la tensa conversación entre Ava e Invi.
  —Gula quiere recoger luz —explica la primera.
  —Ah, ahora entiendo por qué Aced e Ira están haciendo lo mismo. Quieren mantener el equilibrio. Pero ése no es el equilibrio que hemos de mantener. Si cada uno recoge luz para uso propio, los portadores de la llave espada no tardarán en enfrentarse entre sí, lo que desencadenaría… la Guerra de las Llaves Espada.
  —Entonces —dice Ava—, se cumpliría lo que dice el Libro de las Profecías.
  —La luz se extinguiría —añade Invi.
  —¿Qué vas a hacer tú?
  —Recoger luz, también. Sea como sea, hay que mantener el equilibrio. Ava, tú deberías hacer lo mismo. Hay que retrasar lo inevitable.
  —De acuerdo…

Back Cover 14 – Dientes de león

  Ava ha reunido en la plaza de Albaburgo a todos los portadores de la llave espada de su orden secreta: los Dientes de león. Antes de dirigirse a ellos, la chica de la máscara del zorro recuerda su encuentro con el Maestro.

  Al igual que sus cuatro compañeros Augures antes que ella, Ava también visitó al Maestro en su despacho para recibir su correspondiente cometido.
  —Pronto se hará realidad lo que vaticina la última página del Libro de las Profecías —dijo él—. El mundo sucumbirá ante la oscuridad.
  —¿No podemos hacer nada por impedirlo, Maestro?
  —Ahí es donde entra tu misión. Es posible que seas la única esperanza que tenemos de que la luz no se extinga.
  —¿Yo, la única esperanza? —Ava, humilde, no pudo evitar sorprenderse—. ¿Qué quiere que haga, Maestro?
  —No luches en ningún combate, y olvídate de las órdenes. Encuentra portadores de la llave espada con potencial…, y crea una organización independiente. Cual semillas de diente de león, deja que vuelen a otro mundo. Ellos mantendrán la luz viva.
  —¿De verdad cree que soy la persona adecuada?
  —Ava, eres la única persona capaz de hacerlo.
  —Entendido.

  Ahora, al fin, ha llegado el momento de transmitirles el deseo del Maestro.
  —Hoy vais a continuar con el adiestramiento necesario para cumplir nuestra misión. La sesión quizás os resulte familiar, pero en un mundo distinto; uno compuesto de sueños. Sois nuestra esperanza. Pronto estallará la guerra. Quienes busquen proteger la luz, acabarán por enfrentarse a sus aliados, por lealtad a sus órdenes. A decir verdad, no sé hasta dónde podré guiaros. Lo que no debéis olvidar es que cualquiera puede caer presa de la oscuridad. En esta guerra no habrá ganadores. Lo perderemos todo. Excepto vosotros, las semillas de la esperanza. ¡Cuando llegue el día y estalle la guerra, no os unáis a la lucha! ¡Huid al mundo exterior! Os estáis adiestrando para cumplir vuestra crucial misión. El futuro está en vuestras manos. Y también lo está la luz del mundo. Que vuestros corazones os sirvan de guía.

Back Cover 15 – Misión de Luxu

  Ya ha quedado claro que el sexto de los pupilos del Maestro es diferente a sus compañeros. Ambos, profesor y alumno, comparten una peculiaridad: ocultan su rostro bajo una túnica negra con capucha. Un recurso demasiado explotado en la saga, todo sea dicho.
  Como parte de su misión, Luxu recibió una llave espada oscura, con un brillante ojo azul en el lateral.
  —Dejo en tus manos la “Atisbadora” —dijo el Maestro—. Bueno, en realidad no se llama así.
  —¿Y cómo se llama?
  —Pues… la “Innómita”. —Es decir, la “Sin nombre”—. Atisbe o no atisbe, ya habrás notado que esta llave espada tiene un ojo. El mío, para ser exactos.
  —¡¿Qué?!
  —Oh, ¿es que te da grima o qué pasa?
  —¡N-no!
  —Bueno… —siguió el Maestro—. En fin, hablemos de tu misión. Tienes que entregarle la llave espada a tu aprendiz, y él al suyo, para que mi ojo pueda ver el futuro.
  —Entonces —respondió Luxu, pensativo—, si el Libro de las Profecías…
  —¡Bingo! —lo interrumpió el Maestro—. El hecho de que exista es prueba de que lo has logrado. Adiestraste a un aprendiz hábil, le entregaste la llave espada y cumpliste tu misión. ¡Enhorabuena! —El Maestro aplaudió con entusiasmo—. ¿Qué pasa? ¡Has hecho un trabajo estupendo! ¡Sonríe un poco!
  —Pero todavía no he hecho nada…
  —Ahí tienes razón. ¡Manos a la obra, entonces! Eso sí, a partir de ahora estás solo. Tampoco podrás recurrir al Libro de las Profecías. No puedo permitir que provoques ninguna paradoja temporal. Pero no me cabe duda de que te las arreglarás sin él, ¿verdad?
  —¿En serio tengo que hacerlo solo? —Luxu no lo veía del todo claro—. ¿Qué pasará con los demás?
  —Detalles sin importancia, no te preocupes. De momento, tú, la llave espada y… esta caja, debéis manteneros ocultos. —El Maestro le entregó una pesada caja con ruedas, para facilitar su transporte—. Verás con tus propios ojos, y con el mío, por supuesto, cómo acaba todo entre los demás. Cuando llegue el momento adecuado, cumple tu misión.
  —¿Qué hay dentro? —preguntó Luxu, intrigado.
  —¡Es un secreto! Y ni se te ocurra abrirla, ya sabes. ¡Jamás de los jamases!
  —Ahora sí que me pica la curiosidad…
  —De acuerdo, te lo diré. —Qué fácil de convencer—. Pero que quede entre nosotros. Y prométeme que nunca la abrirás.
  —Prometido.
  El Maestro le susurró algo al oído… que no podemos oír. ¡Maldición!
  —¿Qué? —Luxu se sorprendió al escuchar aquello—. ¿Por qué?
  —Ya lo verás —sentenció el Maestro.
  Con la “Innómita” y la caja secreta en su poder, Luxu se marchó de Albaburgo, dispuesto a cumplir su misión
  —Que mi corazón me sirva de guía.

Enlaces:

Kingdom Hearts, parte 1 (capítulos 1-7)
Kingdom Hearts, parte 2 (capítulos 8-29)
Kingdom Hearts, parte 3 (capítulos 30-49)
Kingdom Hearts: Chain of Memories, parte 1 (capítulos 1-5)
Kingdom Hearts: Chain of Memories, parte 2 (capítulos 6-25)
Kingdom Hearts: Chain of Memories, parte 3 (capítulos 26-49)
Kingdom Hearts: Chain of Memories, parte 4 (capítulos 50-72)
Kingdom Hearts II, parte 1 (capítulos 1-6)
Kingdom Hearts II, parte 2 (capítulos 7-25)
Kingdom Hearts II, parte 3 (capítulos 26-47)
Kingdom Hearts II, parte 4 (capítulos 48-63)
Kingdom Hearts II, parte 5 (capítulos 64-76)
Kingdom Hearts: 358/2 Days, parte 1 (Organización XIII, introducción, días 7-26)
Kingdom Hearts: 358/2 Days, parte 2 (días 27-224)
Kingdom Hearts: 358/2 Days, parte 3 (días 225-359)
Kingdom Hearts: 358/2 Days, parte 4 (Diario de Roxas)
Kingdom Hearts: 358/2 Days, parte 5 (Informes secretos)
Kingdom Hearts: Birth by Sleep, parte 1 (prólogo, inicio)
Kingdom Hearts: Birth by Sleep, parte 2 (Terra)
Kingdom Hearts: Birth by Sleep, parte 3 (Ventus)
Kingdom Hearts: Birth by Sleep, parte 4 (Aqua)
Kingdom Hearts: Birth by Sleep, parte 5 (Conexión, KH 0.2 – A Fragmentary Passage)
Kingdom Hearts Coded, parte 1 (capítulos 1-9)
Kingdom Hearts Coded, parte 2 (capítulos 10-19)
Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance, parte 1 (capítulos 1-10)
Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance, parte 2 (capítulos 11-22)
Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance, parte 3 (capítulos 23-29)
Kingdom Hearts χ Back Cover cursor
Kingdom Hearts III, parte 1 (capítulos 1-17, KH 0.2 – A Fragmentary Passage [final])
Kingdom Hearts III, parte 2 (capítulos 18-29)
Kingdom Hearts III, parte 3 (capítulos 30-45, Kingdom Hearts: Union Cross)
Kingdom Hearts III Re Mind
Kingdom Hearts: Melody of Memory

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