Capítulo 1 – Minas de Narshe
«La antigua Guerra de los Magi… Cuando se extinguió la última de sus llamas, dejó tras de sí un mundo en el que ni la magia pudo salvarse…
En el siguiente milenio, el hierro, la pólvora y las máquinas de vapor sustituyeron a la magia, y la vida retornó a la tierra devastada…
Ahora hay quien quiere despertar la magia de tiempos remotos y utilizar su temible poder para dominar el mundo…
¿De verdad puede existir alguien tan necio como para repetir los errores del pasado…?».
Tres Armaduras Magitec, máquinas de guerra bípedas con capacidad para un único ocupante, avanzan a través de terrenos nevados. A los mandos de dos de estas Armaduras viajan sendos soldados del Imperio Gestahl, tal y como indica su uniforme marrón. Son Biggs y Wedge. Tras ellos, a bordo de la tercera Armadura, en completo silencio, va una joven de pelo verde. Su nombre es Terra.
Biggs, Wedge y Terra están a punto de llegar a la ciudad de Narshe.
—Cuesta creer que mil años después de la Guerra de los Magi aparezca un esper congelado… —dice Biggs—. ¡Bah! Seguro que no es más que otro cuento sin sentido…
—Quién sabe… —Wedge mira a Terra—. Esta no nos acompañaría si los rumores fuesen falsos.
—Ah, ya… Nuestra pequeña bruja. Dicen que fue capaz de freír a cincuenta soldados Magitec en tres minutos… ¿No te da cosa?
—Tranquilo, con esa corona que lleva en la cabeza no es más que un títere. Si se le ordena, seguro que hasta dejaría de respirar.
Los dos soldados imperiales y su silenciosa acompañante llegan a Narshe, donde, tal y como suponían, no son recibidos con los brazos abiertos.
—¡El Imperio no pinta nada aquí! —grita un guardia.
Las Armaduras Magitec arrasan con ellos sin la más mínima dificultad. Su destino, en cualquier caso, es la entrada de las minas, situada en el extremo contrario de Narshe.
—Según nuestras fuentes —dice Wedge—, se ha desenterrado un esper congelado en un pozo minero recién excavado. Tiene que ser aquí.
Los guardias de Narshe liberan a Ymir, un caracol monstruoso. Pero, una vez más, no es rival para las Armaduras Magitec.
Al fin, Biggs, Wedge y Terra encuentran al esper congelado. Desde fuera, no parece más que una extraña criatura encerrada en un bloque de hielo.
—Qué mala espina me da todo esto… —dice Wedge.
Terra se aproxima al esper, como si se sintiese atraída por este. Entonces, la criatura comienza a emitir un brillo potente… ¡que pulveriza a Biggs y Wedge! Hasta las Armaduras Magitec han quedado destruidas. Terra, la única superviviente, cae inconsciente.
Capítulo 2 – Terra
La chica de pelo verde despierta en una cómoda y desconocida cama. Cerca de ella, en la misma habitación, hay un anciano. Su nombre es Arvis.
—¿Dónde estoy? —pregunta Terra.
—Vaya, qué rápido te has recuperado. ¡Si acabo de quitarte la corona!
—La cabeza… Me duele mucho…
—¡Tranquila! —Arvis le muestra un objeto—. Esto de aquí es una corona controladora. Te estaban subyugando con ella. Con tus pensamientos anulados, actuabas a merced de otros.
—No recuerdo nada…
—No te preocupes. Acabarás acordándote. Con el tiempo, claro.
Lo único que recuerda es su nombre y edad: Terra Branford, dieciocho años. A diferencia de Biggs y Wedge, Terra no es parte del Imperio Gestahl, sino que estaba siendo manipulada por ellos mediante la corona controladora, un artefacto Magitec. Terra ha nacido con el don de la magia, lo que la convierte en una persona muy peligrosa, sobre todo mientras actúe bajo el control del Imperio.
—Me llamo… Terra —dice al anciano.
—¡Impresionante! Qué manera tan rápida de recuperar la memoria. Se te ve más fuerte que a la mayoría.
De pronto, alguien aporrea la puerta. Son los guardias de Narshe.
—¡Abrid ahora mismo! ¡Venimos a por la piloto de la Armadura Magitec! ¡Entregadla! ¡La muchacha está al servicio del Imperio!
—¿«Imperio»? —Terra, amnésica, no entiende nada—. ¿«Armadura Magitec»?
—No le des vueltas —responde Arvis—. Tienes que salir de aquí. Esa gentuza no atiende a razones… ¡Sal del pueblo cruzando las minas, trataré de conseguirte algo de tiempo!
El anciano confía en Terra. Sabe, o quiere creer, que no actuó con maldad, sino afectada por la corona controladora. Por suerte, aquella casa tiene una puerta trasera, que Terra puede usar para escapar.
Pese a los esfuerzos de Arvis, los guardias divisan a Terra entrando en las minas. Ella trata de darles esquinazo, pero acaba acorralada. Entonces, el suelo cede bajo sus pies. La chica se precipita a los túneles inferiores y, a causa del golpe, vuelve a caer inconsciente. Qué facilidad para dormir tiene esta chica…
En sueños, Terra revive una escena del pasado. La acompañaba un hombre de aspecto extraño, cuyo cargo dentro del Imperio no queda claro, llamado Kefka Palazzo.
—Mi pequeña y dulce maga… ¡Mua, ja, ja, ja! Con esta corona controladora, ¡serás mía!
Kefka colocó la corona sobre la cabeza de Terra, quien, con efecto inmediato, quedó a merced de aquel tipo tan inquietante. Para comprobar la eficacia de la corona, Kefka ordenó a Terra matar a tres soldados imperiales. Ella obedeció sin rechistar.
Terra revive un segundo recuerdo, posterior al primero. Ella estaba junto a los altos oficiales del Imperio, presenciando un discurso de su líder, el emperador Gestahl. Sí, se llama igual que su nación. Qué egocéntrico.
—¡Una nueva era nos aguarda! ¡Somos los elegidos para emplear el poder oculto de los dioses! ¡La magia ha vuelto a nosotros! ¡Ha llegado el momento de reclamar lo que nos pertenece por derecho! ¡El control del mundo! ¡Nadie nos detendrá!
—¡Viva! —gritan todos—. ¡Larga vida al emperador Gestahl!
Capítulo 3 – Locke
La acción se traslada a la casa de Arvis. En cuanto los guardias lo han dejado en paz, el anciano ha enviado un mensaje a un conocido para que acuda a visitarlo a la mayor brevedad. Y ese «conocido» acaba de llegar. Se trata de un joven de veinticinco años llamado Locke Cole.
—¡Hombre, ya era hora! —dice Arvis—. ¿Aún sigues con lo de robar y saquear?
—Prefiero llamarlo «buscar tesoros».
—¡Paparruchas! ¡Es lo mismo!
—¡De eso nada! ¡Hay mucha diferencia entre una cosa y la otra! Bueno, ¿qué querías?
—He visto a la chica.
—¿Qué? ¿No te referirás a…?
—Sí —asiente el anciano—. Los guardias de la ciudad van tras ella en este preciso instante. Narshe podría tener el suficiente potencial para plantar cara al Imperio, pero la gente va tanto a su aire que pocos se unen a los Replicantes, nuestro grupo de resistencia clandestino. Traté de explicar por todos los medios que el Imperio controlaba a la chica, pero como quien oye llover…
—Vale… Entonces, ¿quieres que la saque de Narshe?
—Esa es la idea. De momento, podríais intentar abriros paso hasta Fígaro.
Locke se adentra en las minas, en busca de Terra. Aquí el juego da un salto y nos lleva directos al momento en que la encuentra. La chica de cabellos verdosos sigue inconsciente. Y eso no es lo peor: los guardias de Narshe también la han encontrado.
—Fantástico… —masculla Locke—. Son ciento y la madre…
—Kupó.
Locke se gira, sorprendido por aquel ruido. Tras él hay varios moguris, unas criaturas blancas, peludas y aladas, de carácter amistoso…, aunque preparadas para combatir si es necesario. Los moguris parecen dispuestos a echar una mano a Locke.
—¿Me ayudaréis?
—¡Kupó!
En total, hay once moguris: Moglin, Moglet, Mogi, Mogara, Mogerva, Mugmug, Cosmogu, Moglara, Mogan, Moguel y, el más fuerte de todos, Mog. Entre Locke y ellos logran derrotar a los guardias de Narshe.
—¡Gracias, moguris! ¡Estamos en deuda con vosotros!
Es cuestión de tiempo que lleguen más soldados, así que Locke decide coger a Terra en brazos y salir corriendo de allí. Cuando están a punto de llegar al exterior, Terra despierta. Locke la deja en el suelo.
—¿Me… has salvado?
—¡Si quieres dar las gracias a alguien, dáselas a los moguris!
—No recuerdo nada… Es como si tuviera niebla en la mente…
—¿Tienes amnesia?
—Sí. Un hombre me dijo que acabaría por recordarlo todo…
—Así que era eso… ¡Tranquila, no me separaré de ti hasta que recuperes la memoria!
—¿Eh?
—¡No puedo dejarte sola en estas condiciones! ¡Estoy aquí para protegerte! ¡Confía en mí!
Terra acepta su ayuda. No es que tenga una opción mejor…
Capítulo 4 – Castillo Fígaro
Siguiendo el consejo de Arvis, Locke lleva a su protegida al castillo de Fígaro, situado en medio del desierto que hay al sur de Narshe. Todos allí conocen a Locke, por lo que no le ponen impedimentos para reunirse con el rey. Al parecer, son buenos amigos.
Pese a contar con solo veintisiete años, Edgar Roni Fígaro es el gobernante de aquel lugar. Locke le pone al corriente de lo sucedido y, acto seguido, los deja a solas.
—¿Quién eres? —pregunta ella.
—¡Ah, mil perdones! No dice mucho en mi favor tratar así a una dama a la que acabo de conocer… Soy Edgar, rey de Fígaro. Así que eres soldado imperial, ¿eh? No temas. Somos aliados del Imperio. No tengas reparos en descansar si lo necesitas. Fíate de mí, nadie te pondrá un dedo encima.
—¿Por qué eres tan amable conmigo? ¿Es por mis… poderes?
—Te voy a dar tres motivos. Uno: ¡tu belleza me ha cautivado! Dos: ¡me muero de ganas por saber si soy tu tipo! Tus poderes… quedarían en última posición.
—¿Eh? Pero ¿qué dices?
—Vaya, supongo que mi técnica se está quedando algo anticuada…
Terra tiene ocasión de pasear por el castillo y hablar con sus habitantes. Según le cuentan, Edgar acostumbra a intentar ligar con cualquier mujer que se cruza en su camino, sin importar su edad. El monarca tiene un hermano gemelo llamado Sabin Rene Fígaro. Tras la muerte de sus padres, el castillo quedó en manos de ambos hermanos. Sabin no quería hacerse cargo de una responsabilidad tan exigente, por lo que decidió huir del castillo. No se lo ha vuelto a ver desde entonces.
Final Fantasy VI tiene una característica muy interesante, y es que la narración cambia a menudo de punto de vista. En cierto modo, es una obra coral. Por ejemplo, ahora nos vamos a olvidar de Terra por unos instantes para ponernos en los zapatos de Edgar. Uno de sus soldados apostados en la entrada le avisa de que están a punto de recibir otra visita inesperada…
Frente al castillo hay tres personas: dos soldados imperiales y Kefka, aquel tipo tan excéntrico que puso la corona controladora a Terra. Este último no parece muy contento.
—Pfff… ¡Ya podría ordenar otra cosa ese emperador de chichinabo! Y ese Edgar… ¡Pedazo de alcornoque! ¡Ya se podría haber ido a vivir a un sitio más normal! ¿Qué es eso de que tenga que ir de reconocimiento a un castillo perdido en medio del desierto? ¡Ejem! ¡Tengo arena en mis botas!
Los dos soldados se apresuran a limpiarlas.
—¡Listo, señor!
Kefka ríe como un loco.
—¡Qué asco me da todo!
Creo que es difícil superar esta frase.
Edgar se reúne con los imperiales en la entrada del castillo.
—He oído que os habéis dedicado a conquistar algunos países allá por el sur —dice Edgar—. ¿Qué pretende el Imperio?
—No es de tu incumbencia —responde un soldado, a quien no parece importarle estar hablando con un rey.
—No estaréis pensando en invadir mi reino cuando acabéis de conquistar otros, ¿verdad? Recordad nuestra alianza.
—¿«Alianza»? ¿Con este patético e insignificante reino? ¡No me hagas reír!
Joder con los soldados… Edgar opta por ignorarlos y hablar directamente con Kefka.
—¿Qué asuntos traen al brujo de la corte de Gestahl a mi humilde castillo?
—Ha llegado a nuestros oídos que una chica que escapó del Imperio ha encontrado asilo aquí.
—¿Te refieres a esa supuesta «bruja» de la que todos parecen saber algo?
—Bah, es alguien de escasa importancia… —Kefka disimula regular—. Bueno, ¿está aquí o no?
—Es difícil de saber… Aquí hay más chicas que granos de arena en el desierto. ¡Es imposible para un solo hombre seguir la pista a cada una de ellas!
—Edgar… Sabes que no vas a ganar nada con ocultármela… ¡Más bien al contrario! Ji, ji, jiii… ¡Espero que no le pase nada a tu preciado castillo!
Kefka y los dos soldados se marchan. Tras perderlos de vista, Edgar se reúne con Locke y Terra.
—Llévala a su habitación —susurra al cazatesoros antes de dirigirse a la chica—. Me encantaría quedarme a charlar un rato más…, pero el ministro y yo tenemos que tratar cierto asunto. Un rey no se limita a ver actuar a bufones y juglares, ¿sabes? Si me disculpas…
Locke muestra a Terra cuál será su habitación mientras permanezcan en el castillo de Fígaro.
—Te llamas Locke, ¿no? Edgar me ha hablado de ti. ¿Es verdad que eres ladrón?
—¡Soy cazatesoros! —puntualiza—. Edgar finge que ayuda al Imperio…, pero, en realidad, colabora con los Replicantes, un grupo de resistencia clandestino. Yo hago de contacto entre ambos. El anciano que conociste en Narshe también es de los nuestros.
—Pero… ¡si yo soy una soldado imperial!
—Solo te utilizaron. La situación ha cambiado desde entonces.
—Es que… no sé qué hacer. Cada vez que intento pensar, la cabeza empieza a darme vueltas…
—De todos modos —insiste Locke—, lo único que cuenta es que ya eres capaz de tomar tus propias decisiones. No te estrujes el cerebro. Ya decidirás qué hacer en su debido momento.
Locke deja a Terra a solas.
—Pero ¿cómo sabré qué decisión es la correcta…? —se pregunta ella.
Por ahora, debe dormir.
Avanzamos unas horas. Edgar despierta en mitad de la noche, alarmado por el gran alboroto que se ha formado en el patio. Hay fuego por todas partes. Y, en medio del caos, se encuentra Kefka.
—¡¿Se puede saber qué estás haciendo?! —le recrimina Edgar.
—¡Dame a la chica!
—¡No sé de qué me hablas!
—Ah, ¿no? En ese caso… ¡Que disfrutes de la barbacoa! ¡Mui, ji, ji!
Sin perder ni un segundo, Edgar se dirige a uno de sus soldados.
—Haz los preparativos.
Es todo cuanto necesita decir para que el soldado sepa qué hacer. Mientras tanto, el rey de Fígaro va en busca de Locke y Terra para escapar de allí lo antes posible. Pueden utilizar chocobos (voy a dar por hecho que sabéis lo que son), así irán más rápido.
—¡Ahora! —grita Edgar desde el exterior—. ¡Inmersión!
El castillo comienza a temblar. Kefka se queda atónito cuando descubre lo que está pasando: al activar el sistema defensivo del castillo, este se sumerge bajo la arena del desierto. El brujo y sus dos soldados, a quienes todo esto les ha pillado por sorpresa, caen sobre la arena.
—¡Matadlos a todos! —ordena Kefka.
Los dos soldados imperiales, ahora montados en sendas Armaduras Magitec, dan alcance a Terra, Locke y Edgar. Estos se apean de los chocobos y se disponen a luchar. ¿Realmente tienen alguna oportunidad contra semejantes enemigos? Pues sí, porque Terra guarda un poderosísimo secreto bajo la manga: su capacidad para usar magia. Al presenciar este descubrimiento, Edgar se queda boquiabierto.
—¡¿Has visto lo mismo que yo, Locke?! ¡Lo has visto, ¿verdad?!
—Sí… La chica sabe defenderse.
—¡¿«D-defenderse?! ¡Ha usado magia! ¡Ma-gia!
—¡Espera, ¿q-q-qué?!
—Perdón —dice Terra—, no pretendía…
—No —responde Locke—, perdónanos tú a nosotros. No era mi intención ponerme tan histérico.
—Tampoco la mía —añade Edgar—, pero es que… ¡la sorpresa ha sido mayúscula! ¡Es la primera vez que…!
Locke se interpone entre ambos.
—No la agobies, Edgar. Terra sabe usar magia, fin del asunto. Lo que realmente importa es que… ¡su magia nos puede servir de ayuda!
Con las Armaduras Magitec fuera de combate, el rey de Fígaro y sus dos amigos huyen a lomos de los chocobos, ante la mirada impotente de Kefka.
—¡Hijos de topa! ¡Pagaréis por esto!
Capítulo 5 – Fígaro del Sur
Los tres chocobos corren hacia el este.
—Terra —dice Edgar—, quiero que conozcas a alguien.
—Como ya sabes —añade Locke—, somos miembros de los Replicantes.
—¿Quieres conocer a nuestro líder? —pregunta el monarca—. La magia es la clave para ganar esta guerra. Según me habéis contado, aquel esper de Narshe reaccionó cuando se expuso a tus poderes mágicos. Debe de haber alguna explicación.
—No sé qué decirte… —responde Terra, dubitativa—. Ni siquiera sé por qué soy capaz de utilizar magia…
—¡Pero ningún humano nace con poderes como los tuyos!
Terra se detiene.
—¿Qué puedo hacer…?
—Perdona —dice Edgar, consciente de que la está presionando demasiado—. El Imperio no tardará en perseguirnos. Van tras el secreto que esconde tu poder. Si lo descubren, será nuestro fin. Terra, ¿no sientes la necesidad de descubrir el porqué de tus habilidades? En caso afirmativo, creo que debes conocer a Banon. Él puede ayudarte a descubrir el significado que encierra tu poder.
—Es cierto —asiente Locke—. Edgar tiene razón.
Terra necesita más tiempo para pensarlo. Por ahora, los tres llegan a la entrada de una cueva. Allí hay un soldado de Fígaro.
—Vamos a Fígaro del Sur —le informa Edgar—. Después iremos al norte, a la base de los Replicantes. Regresa al castillo y haz saber a los demás lo que te acabo de decir.
—¡A la orden, majestad!
El soldado se marcha. Edgar y compañía liberan a los chocobos, puesto que estas criaturas no pueden viajar por las cuevas. Son muy delicados cuando quieren.
En cuanto Terra, Locke y Edgar atraviesan la cueva, no tardan en divisar la ciudad de Fígaro del Sur. Allí pueden descansar y comprar provisiones. También tienen ocasión de visitar la taberna, donde Locke está a punto de meterse en líos con un tipo extraño, ataviado por completo de negro, máscara incluida, que va acompañado de un perro con aspecto fiero. Afortunadamente, Edgar interviene para evitar que la sangre llegue al río.
—Déjalo, Locke. Conozco a este tipo. Es Shadow, un asesino que mataría a su mejor amigo por un puñado de guiles… Será mejor que no nos acerquemos demasiado a él.
Es hora de reanudar el trayecto. A medio camino entre Fígaro del Sur y el monte Kolts hay una solitaria cabaña. La puerta está abierta, así que por supuesto que van a entrar a explorarla. Aunque en estos momentos no hay nadie dentro, se nota que alguien vive allí. Y Edgar cree saber quién.
—¿A qué huele aquí…? —Edgar se aproxima a una tetera—. Este té le encantaba… Y estos platos… ¡son iguales que los que siempre utilizaba! ¿Acaso Sabin vive aquí?
Al salir de la cabaña, se topan con un hombre, que a saber qué narices hace allí. Edgar aprovecha para preguntarle por su hermano.
—¿Sabe, por casualidad, dónde puedo encontrar al hombre que vive aquí?
—¡Pues claro que sí! Se fue hace un par de días, en cuanto se enteró de que habían matado a su maestro Duncan. ¡Fue en dirección a las montañas! También se dice que el hijo de Duncan, Vargas, anda en paradero desconocido…
Tras decir esto, el hombre que nadie sabe qué hacía allí ni lo sabremos jamás se marcha. ¡Gracias y hasta siempre!
El grupo se dirige al monte Kolts en busca de Sabin. Sin embargo, a quien encuentran es a Vargas, el hijo de Duncan.
—¿Os envía Sabin? Jamás me entregaré. ¡Habéis tenido muy mala suerte al encontraros conmigo! ¡Enfrentaos a vuestro aciago destino!
Sea lo que sea que piensa que han ido a buscar Edgar, Locke y Terra, es evidente que se equivoca. Vargas no atiende a razones. El hijo y discípulo de Duncan se lanza al ataque, con la ayuda de dos osos (ipús, en realidad). Terra y sus dos amigos logran eliminar a los osos, pero Vargas es un rival demasiado poderoso.
—¡Ya está bien! —Vargas prepara su ataque especial—. ¡Os aguarda un largo viaje al más allá!
—¡Detente, Vargas! —grita una voz.
Un hombre musculoso se interpone entre Vargas y sus tres rivales.
—Vaya, vaya… —dice Vargas—. ¡Pero si es Sabin!
—¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué has matado al maestro Duncan? ¿Cómo pudiste asesinar a tu propio padre?
—¡Me rechazó! ¡A mí, su único hijo! ¡Me despreció y te nombró sucesor a ti!
—¡No es verdad! —replica Sabin—. El maestro…
—¡No te hagas el loco! ¡Sabías que eras su favorito!
—¡Tu padre quería que tú lo sucedieras! Él sabía que tenías mejores aptitudes que yo…
—¡Ya estoy harto de escuchar sandeces! ¡Tengo algo más que simples aptitudes! ¿Quieres comprobarlo por ti mismo? ¡Puño de la ventisca!
Los brazos de Vargas producen una fuerte ráfaga de aire que envía a Terra, Locke y Edgar por los aires. Sabin es el único que resiste en pie.
—Je. —Vargas se muestra impresionado—. ¡Con razón mi padre te estimaba tanto!
—Creo que no me queda alternativa…
—El destino quiso enfrentarnos. Y, ahora, ha dispuesto tu muerte. Ve a hacerle compañía a tu amado maestro.
Sabin no desea enfrentarse a Vargas, pero no tiene más remedio que hacerlo, o será él quien muera. Los dos alumnos miden su fuerza en un duelo sin cuartel.
—Tengo que usar aquella técnica que me enseñó el maestro… —dice Sabin—. ¡Puños de ira!
El golpe impacta.
—¡Agh! —Vargas cae al suelo—. ¿Conocías… esa técnica…?
—Vargas… Ojalá no te hubieras dejado llevar tanto por el orgullo…
Sabin cierra los ojos, apesadumbrado. Vargas ha muerto.
—Hola, Sabin —dice Edgar.
—Hermano…
—¿Y se supone que vosotros sois gemelos? —bromea Locke.
—Al principio creía que eras otro de los osos de Vargas —añade Terra.
—¿Qué? —Sabin no da crédito—. ¿Creías que yo era… un oso? ¡Ja, ja, ja! Bueno, si tú lo dices… ¡Me lo tomaré como un cumplido! —Qué rápido se le ha pasado la tristeza—. A todo esto, ¿qué hacéis aquí?
—Vamos de camino a la Sierra Sable —explica Edgar.
—Rumbo a la guarida de los Replicantes, supongo.
—Sí.
—Parece que la cosa empieza a animarse… Me he mantenido al margen mientras esperaba que la gente recuperase el sentido común. De seguir así, Fígaro habría acabado por convertirse en un Estado marioneta.
—Ahora es nuestro turno para contraatacar —dice Edgar—. El Imperio tendrá que buscarse a otro perro que le dé la patita.
—¡Así se habla, hermano! Por cierto, ¿creéis que os sería útil un «oso» como yo?
—¡Sería estupendo contar contigo, Sabin!
—Duncan podrá descansar tranquilo al saber que su entrenamiento sirvió para algo.
Con Sabin como nuevo integrante del grupo, todos pueden atravesar el monte Kolts para llegar a su destino.
Capítulo 6 – Replicantes
Banon y los demás Replicantes reciben a Edgar, Sabin, Locke y Terra en su cuartel general, dentro de una cueva de la Sierra Sable.
—De modo que esta es la chica que provocó una respuesta en el esper… —dice Banon.
—¿«Esper»? —pregunta Terra.
—Por lo visto —explica Edgar—, el Imperio la estaba manipulando con una corona Magitec…
—Me mantengo al día gracias a las palomas mensajeras —asegura Banon—. También ha llegado a mis oídos que la chica borró del mapa a cincuenta soldados en cuestión de segundos.
—¡No, eso es…! —La propia Terra duda. No sabe qué hizo mientras estaba siendo controlada.
—Banon —dice Edgar—, la pobre no se acuerda de nada.
—Negar la realidad no ayudará a mejorar las cosas… —El líder de los Replicantes se acerca a Terra—. Quizá esta historia os resulte familiar… En tiempos en los que la gente era pura e inocente, existió una caja prohibida. Pero a alguien le dio por abrirla, y, entonces, desató todos los males habidos y por haber… Orgullo… Envidia… Codicia… Ira… Gula… Tan solo quedó en la caja un pequeño rayo de luz: la esperanza. Terra, tu poder, más que una maldición, es un don. Debes recordarlo, pase lo que pase. Eres el último rayo de luz que queda en este mundo. Nuestra única esperanza.
—¡Vale ya, Banon! —le recrimina Edgar.
—Creo que necesito descansar… Si me disculpáis…
Banon los deja a solas. Terra también necesita un tiempo para pensárselo. No puede ofrecerse a ayudar a todo aquel que se lo pida, en especial si los acaba de conocer. Y menos aún después de que la hayan utilizado para fines oscuros. Aunque se supone que estos son enemigos de aquellos…
La chica de pelo verde quiere escuchar los pensamientos de los Replicantes, esta vez por separado. El primero es Locke.
—El Imperio me arrebató a alguien muy valioso para mí… No he dejado de odiarlos desde aquel día. Si nadie les pone freno, el mío no será un caso aislado. Por eso me uní a los Replicantes.
—Pero… yo no tengo a nadie importante en mi vida —responde Terra—. No tengo familia ni amigos…
—Estoy seguro de que eres muy importante para muchas personas. Todas ellas tienen puesta su fe en ti.
El siguiente es Edgar.
—No es fácil tener que pedirte algo así, Terra… Tampoco podemos condicionarte. Eso nos pondría al nivel del Imperio. —Edgar es el que mejor entiende esto—. Tienes que decidir por ti misma.
Llega el turno de Sabin.
—No sé qué más decirte que no haya dicho ya mi hermano. Fíate de sus palabras. Siempre antepuso mi bien al suyo propio, incluso cuando éramos niños. Por eso confío ciegamente en él. Pero ¡ni se te ocurra decirle nada de esto! ¡Se morirá de vergüenza!
Al fin, Terra se ve lista para dar una respuesta a Banon.
—¿Has tomado una decisión? ¿Serás nuestro último rayo de esperanza?
—Sí.
—¡¿De verdad?!
—Pero… estoy algo asustada.
—Si permanecemos unidos, triunfaremos. ¡Nunca pierdas la esperanza!
Banon reúne a todos los Replicantes para comunicarles la buena noticia y planificar su siguiente movimiento.
Importante: En las conversaciones que intervengan muchos personajes o sean demasiado caóticas, como la que viene a continuación, indicaré al principio de cada frase quién la pronuncia.
—[Banon] Como ya sabéis, el Imperio Gestahl usa el poder Magitec con fines bélicos. La pregunta es: ¿qué han hecho para obtenerlo?
—[Edgar] Envié a Locke a recabar algo de información. Parece ser que el Imperio ha reclutado a eruditos de todo el mundo para estudiar a los espers.
—[Locke] El esper que apareció en Narshe motivó el asalto imperial a la ciudad.
—[Terra] ¿Quieres decir que los espers y la energía Magitec guardan alguna relación?
—[Banon] Espers y Magitec… Ahora que lo mencionáis, me viene algo a la cabeza: la Guerra de los Magi.
—[Replicante] ¡No puede ser!
—[Locke] Mi abuela me contaba cuentos sobre máquinas con poderes mágicos… Pensaba que no eran más que invenciones suyas.
—[Edgar] Banon, ¿insinúas que estamos al borde de una segunda Guerra de los Magi?
—[Banon] Quién sabe. Cada historiador tiene una versión diferente de aquella guerra de hace mil años… Pero hay una que dice que se infundió en las máquinas el poder drenado a los espers, y que, al final, incluso seres humanos corrientes fueron capaces de utilizar la magia robada.
—[Terra] ¿Eso es el poder Magitec? —Se ha dado por aludida, como es lógico.
—[Edgar] Necesitamos nuestras propias armas Magitec para derrotar a enemigos así.
—[Banon] Precisamente, así fue como empezó la primera Guerra.
—[Edgar] ¿Tienes alguna idea mejor?
—[Banon] Si, según tu criterio, hablar con un esper merece el calificativo de «buena idea»…
—[Locke] ¡¿Hablar con un esper?!
Biggs y Wedge no lo aprobarían.
—[Banon] Ya sé que no será fácil, pero, si conseguimos que reaccione como aquella vez… Un nuevo contacto con Terra puede suponer su despertar total.
—[Edgar] ¿Tan seguro estás de que vuelva a funcionar?
—[Banon] Yo no diría tanto, pero no veo mejor opción. Sobra decir que, sin el apoyo de Terra, poco podemos hacer.
Todos fijan la vista en la chica de pelo verde.
—[Locke] Terra…
—[Terra] Vale… ¡Lo haré!
—[Sabin] No acabo de entender de qué va todo esto, pero… ¡parece divertido!
Otro Replicante interrumpe la reunión para darles una mala noticia. Apenas puede hablar debido a sus heridas.
—Banon… Fígaro del Sur… El Imperio ha roto las defensas… y viene hacia aquí…
—¡Nos han encontrado! —dice Banon—. ¡Rápido, no hay tiempo que perder!
Edgar se acerca al cazatesoros.
—Locke…
—Lo pillo, lo pillo. Alguien tiene que infiltrarse en Fígaro del Sur y retrasar al enemigo.
—Este trabajo te viene que ni pintado —asegura Edgar—. ¡No nos falles!
—Terra —dice Locke—, no tardaré en volver. Ten cuidado, que por aquí ronda un pervertido que en sus ratos libres hace de rey… ¡Es peor que un buitre carroñero!
Locke se marcha, entre la indignación de Edgar y las risas de Sabin.
—¿Qué haremos nosotros? —pregunta Banon.
—Escaparemos por el río Lete hasta llegar a Narshe —responde Edgar, quien, al final, parece el auténtico líder de los Replicantes—. Me muero de curiosidad por ver el esper de las minas…
—Muy bien. Bajar por el río en balsa es arriesgado, pero no tenemos otra alternativa. ¡Todos a Narshe!
En realidad, ese «todos» solo incluye a Banon, Edgar, Sabin y Terra. Los demás tratarán de resistir en la guarida de los Replicantes.
Capítulo 7 – Río Lete
La balsa avanza por el río Lete, arrastrada por sus fuertes corrientes. Banon, Edgar, Sabin y Terra se defienden de los monstruos acuáticos que osan acercarse demasiado. Pero el verdadero peligro está por llegar.
—¿Qué tenemos aquí? —Un pulpo parlante emerge del río—. ¡Jia, jia, jiaaa! ¡Me llamo Ultros! ¡Por aquí no pasaréis! ¡Las vais a pasar canutas! Uy, ¿no estaré siendo demasiado malote…? —Ultros se fija en Terra—. Vaya, pero ¿qué tenemos aquí? ¿Quieres acariciar mis ventosas, preciosidad? ¡Estás de miedo!
Sin comentarios.
Terra y los tres hombres le dan una paliza, hasta que Ultros vuelve a desaparecer bajo la superficie del río. Sus esperanzas de que haya muerto se desvanecen tan pronto como vuelve a aparecer uno de sus tentáculos, el cual trata de atrapar a Terra. Edgar lo evita con un golpe.
—Maldita aberración de ocho brazos… —dice Sabin—. ¡Mira por dónde, hoy me apetece comer pulpo en su tinta!
Sabin se lanza al agua en busca de Ultros.
—Ya le vale… —dice su hermano—. Siempre tan temerario…
—Seguro que sabe cuidar de sí mismo —responde Banon—. En un abrir y cerrar de ojos, lo tendremos de vuelta, sobre la balsa.
Sabin sale disparado del agua. Pero no cae en la balsa, sino unos metros más allá. La corriente del río Lete lo lleva por un camino diferente.
—Creo que no escuchó la parte de «sobre la balsa» —bromea Edgar—. Ja, ja, ja… ¡Eh, Sabin! ¡Apáñatelas como puedas!
La balsa avanza hacia el noroeste, mientras que Sabin está siendo arrastrado hacia el noreste. No hay nada que puedan hacer por alcanzarlo, así que no tienen más remedio que confiar en que llegue a la orilla sano y salvo. Nosotros, por ahora, nos quedamos con el grupo de la balsa.
Tal y como esperaban, el río Lete los conduce hasta las proximidades de Narshe. El resto del camino pueden hacerlo andando. Una vez en la ciudad, sin embargo, la situación vuelve a complicarse. Los guardias de Narshe reconocen a Terra. Recordemos que Biggs, Wedge y ella asesinaron a varios guardias, por lo que tienen motivos de sobra para no fiarse de aquella chica de pelo verde. Banon y Edgar tratan de razonar con los guardias, pero, al ver que se posicionan del lado de Terra, los tachan de impostores.
Terra recuerda el pasadizo secreto en las minas que Locke usó para sacarla de allí. Tienen que dar un pequeño rodeo, pero estarán a salvo de los guardias. De este modo, logran llegar a la puerta trasera de la casa de Arvis, el anciano que colabora con los Replicantes.
—¡Banon! ¡Rey Edgar! ¡Ah, y Terra!
—¿Cómo van las cosas por aquí? —pregunta Banon.
—Como siempre. He tratado de convencer a los ciudadanos para que se unan a los Replicantes, pero ni caso. Se mantienen neutrales. Pero puede que ahora, con tu ayuda y la del rey…
—¿Cómo están los ánimos entre la gente? —pregunta Edgar.
—Todos están al borde de un ataque de nervios desde que el esper fue descubierto…
—Creemos que Terra será capaz de resolver todas nuestras dudas acerca del esper —dice Banon.
—Perfecto —asiente Arvis—. Los ciudadanos tienen que saber qué está pasando. Si somos capaces de hablarles del tema con delicadeza, puede que permitan el encuentro con el esper.
—Una de dos —responde Edgar—: o ese esper nos salva…, o cava nuestra tumba.
Enlaces:
– Parte 1: capítulos 1-7
– Parte 2: capítulos 8-18
– Parte 3: capítulos 19-28
– Parte 4: capítulos 29-37
– Parte 5: capítulos 38-46
Genial, FFVI siempre fue de los que más me gustaron, junto a Locke.
Shock, en la parte en la que Locke se encuentra con los moguris, Mog sí sabe hablar el idioma humano, creo recordar.
Cuando huyes del castillo, si haces a Terra usar magia en una batalla, Edgar y Locke reaccionan y ocurre una pequeña escena en mitad de la pelea, no sé si la viste o no o si decidiste no incluirla xD
Lo de la caja, es la caja de pandora no? La historia que siempre se decía era que la abría una mujer, no un hombre, curioso que lo cambiasen para el FFVI.
La escena de como pierde Cyan a su familia y la consiguiente escena del tren fantasma eran muy potentes pese a los gráficos del juego, me encantó.
Hacerle Suplex al tren era divertido, también.
Meterás las escenas «importantes» de cada personaje? Lo de Shadow, por ejemplo y su pasado? O Locke y su búsqueda del Fénix?
Es una buena guía, esperaba la del IX antes… Pero esta también pinta que merecerá la pena, ánimo con ello, Shock.
Gracias 😀 Te contesto por partes:
«Mog sí sabe hablar el idioma humano, creo recordar»
Recuerdas bien, PERO: En ese momento ni él ni ninguno de sus compañeros dice nada, a no ser que lo haga al estilo Link (es decir, en nuestra imaginación xD). De todas maneras voy a quitar lo de que no saben hablar, que tampoco está muy claro.
«si haces a Terra usar magia en una batalla…»
Eso sí me pareció interesante, así que lo he añadido (final del Capítulo 4).
«es la caja de pandora no?»
Está claro que la historia de Banon hace referencia a Pandora, aunque no es algo que tenga importancia en la historia, y se han permitido contarlo como les ha parecido xD
«La escena de como pierde Cyan a su familia y la consiguiente escena del tren fantasma eran muy potentes pese a los gráficos del juego»
Precisamente eso le da mucho más mérito. Hay que tener capacidad para hacer a la gente emocionarse con «historias ficticias», pero mucho más si son muñecajos como éstos…
Lo del Suplex es una de esas cosas graciosas que he tenido que dejar fuera porque no sabía cómo ponerlo sin forzar demasiado la situación xD
«Meterás las escenas “importantes” de cada personaje?»
Por supuesto. Si pusiera lo mínimo y necesario para completar la historia, quedaría muy coja. Por eso he querido llenarla de detalles y cosas opcionales (tampoco voy a contar la lucha contra los dragones, que no aporta nada, pero sí otras como la escena en que Sabin consigue su último Blitz).
Te va a quedar una guía estupenda, entonces, definiendo cada uno de los momentos de aquellos personajes, hace 6 años que no lo juego, más o menos, me dan ganas de reempezarlo y todo por tu culpa xD
No esperaba encontrarme lo de Doma en este capitulo, es uno de los mejores momentos del juego y cuando lo jugue en su dia me resulto mas largo el camino hasta alli, lo que no me gustaba de esa escena es como mezclan drama y comedia muy de golpe, cuando muere la familia de Cyan en un dramon enorme y de pronto cambia a comedia cuando este se encuentra con Sabin e intenta usar la armadura Magitek rompiedo bastante la emocion del momento.
Ya que sacas a Siegfried, ¿te has enterado que desbloquearas su traje para FFXIII-3 si juegas la demo y subes tu puntuacion final a Facebook?
Lo de mezclar drama y comedia es algo muy típico de este juego xD Yo no lo cambiaría.
Sí que sabía lo del traje de FFXIII-3, pero no lo hice. Me cabrea un poco que utilicen a los FF buenos para atraer gente a esta (aparente) basura. He hecho un artículo hablando sobre FFXIII que no sé cuándo voy a publicar, ya debatiremos sobre ello, si queréis, en su entrada correspondiente.
Editado: En la versión de PS3 no es el traje de Siegfried, sino Utsusemi Samurai. Voy a ver si lo saco xD
¿Por qué utilizar la versión de SNES y no la de GBA que si tiene traducción oficial?
Primero, por las imágenes. A lo mejor no le dais mucha importancia pero sacar las fotografías apropiadas de cada momento y prepararlas me lleva mucho tiempo. Para mí es también algo importante. Las imágenes de GBA son muy pequeñas, y con una fuente muy fea.
Además, prefería la versión original. También podía haber usado la de PSX con sus escenas de vídeo y eso… pero me hacía más ilusión jugar en SNES. En FFVII y FFVIII también usé la versión original de PSX, en lugar de la levemente mejorada de PC, aunque tengo ambas.
Al final he cogido una mezcla de versión inglesa oficial, versión española fan, y muchas cosas que he cambiado por mi cuenta y riesgo. Lo suyo sería utilizar la versión japonesa, porque no hay ninguna más fiel a lo que los creadores del juego querían transmitir que esa misma, pero todavía no tengo tanto nivel xD
(Y menos mal que no me dio por utilizar la de Android xD)
@Shock: Yo recuerdo que lo jugué en una versión de SNES en inglés pero modificada para que fuera absolutamente fiel a la original japonesa, por si te interesa. Y por supuesto, cambiaban hasta los nombres: Terra por Tina, Kefka por Cefca (el cual decía unos cuantos tacos, supongo que en las versiones oficiales en occidente no sería tan malhablado), Sabin por Mash, Cayenne por Cyan, los Espers son ‘Phantom Beasts’…
Habría estado bien que fuera ésa la primera versión a la que jugara. Ahora me sonaría muy raro todo. Creo que «nuestra» versión cumple más que de sobra.
Yo la primera vez que lo jugue fue en un emulador traducido al español y parecia bastante serie y bien hecha la traduccion, cuando lo jugue en la gameboy me parecio un doblaje muy infantil
muy bien la guía. yo me estoy pasando el juego, quizás cuando saques la segunda parte ya me lo aya terminado, primero había empezado la versión de psx pero me desesperaban los tiempos de carga y mas en los combates, así que mejor me decidí por la versión de gba. algún día jugare la de snes, si es que hay algún emulador que lo corra bien en psp.
creo que en la guía se te olvido mencionar al tipo loco que quería que le repararan el reloj, ya que tiene un pequeño peso argumental por que se relaciona con uno de los personajes.
la guía me va a ser de gran utilidad con los sueños de shadow, ya que nunca e podido verlos todos. y hablando de ellos no se si te saltaste alguno, ojo con eso por que creo que seria importante que añadieras los sueños a la guía, ya que de toda la trama esos momentos son los mas «difíciles» de ver(al menos para mi).
No recuerdo ahora mismo de qué «tipo loco que quiere que le reparen el reloj» hablas. Si no te importa, mándame un email a makosedai@gmail.com explicándomelo. Si es importante reviso la escena en YouTube y lo añado al momento.
Y no te preocupes, los sueños de Shadow están contados más adelante 😉
(SPOILER ELIMINADO POR SHOCK, ahora te digo por qué)
Vale, no sabía que te referías a ese hombre. Tranquilo que eso también está explicado más adelante, cuando tenemos la información completa para sacar conclusiones 😛
Te quito el spoiler, cada cosa a su tiempo.
FFVI, la gran sorpresa que me llevé al jugarlo (por primera vez hace un par de años solamente). Nunca podría pensar que un juego de hace tantos años podría emocionarme tanto…
Grande la guía, como lo fueron las anteriores de FFVII y FFVIII, aunque esta me parece que va con un ritmo más rápido que las dos anteriores, o tal vez sea yo, no se…
Lo de la tragedia de Doma… es uno de los muchos momentos cumbres de este juego (que no pongo por no spoilear por ahora), y para mí los hay mejores y más emotivos aún, especialmente en la segunda mitad del juego.
Solo añadir que Celes es, posiblemente, mi personaje favorito no de este FF sino posiblemente de todos los FF; nunca me he emocionado tanto con un sólo personaje, es increíble que con estos gráficos los personajes (por sí solos) transmitan más que los de FF de PSX (VII, VIII y IX). Con esto quiero decir la expresividad y emocionalidad de cada personaje.
Saludos ;D
Claro, si es que FFVI es atemporal 😀
Eso sí, me molaría un remake hecho por alguien que sepa (eso descarta a Squenix).
Y, efectivamente, me gustaría ver si consigue emocionar con gráficos modernos como emociona con los muñecajos de SNES.
Uaaah! No he leido nada, ni los comentarios, ya que lo estoy jugando por primera vez (sep, soy un rolero treintañero que aún no lo ha jugado. Linchadme. Maldecid a mis vástagos. Lo merezco) pero quería pasarme a dar ánimos, ya que estas cosicas me encantan.
Lo dicho: ánimo y gracias, que caerá al terminar el juego.
Al revés: no voy a proponer tu linchamiento porque si acaso lo que tengo es envidia. La sensación de estar pasándote FF6 (o 7, 8, 9, 10…) es algo que no vuelve. Se queda en la mente, pero no es igual que estar viviéndolo por primera vez.
Otra cosa es que ni lo hubieras jugado ni pensaras hacerlo. Pero si lo vas a hacer… pásate por aquí después 😀
Estoy jugandolo ahora mismo. Se que en el fondo soy un afortunado 😛
FF6 es de esos juegos que llevan más de 10 años en mi apartado «cuando tenga tiempo lo juego con calma como se merece».
Chrono Trigger no hace ni 2 años que lo jugué, y lo disfruté mucho más que cualquier juego actual.
He modificado el texto para dejar más margen a la izquierda. Creo que así se lee muchísimo mejor y está todo más claro, así que pido perdón por no haberlo hecho antes. Tampoco sé si os gusta más este estilo o el de FF7-8, pero de momento no he visto quejas muy grandes… xD
¡Sí señor! Aún no lo he leido, pero la entrada es una grandisima noticia para mí. De nuevo, casualidad o no, he decidido recomenzar (y acabarmelo al fin) con la traducción de Magno, que creo que es la que estás utilizando. Que aún tiene un par de errores, pero que seguro que el crack los soluciona. ¡Incluso ha modificado la interfaz de los menús!
Voy a decir un par de cosas. La primera, que aunque jugarlo en SNES (incluso emulada) no tiene precio, la traducción de Square no me parece mala en absoluto: ejemplo claro, la conversación de los soldados de Star Wa… de Biggs y Wedge, que sugieren que si se lo ordenaran, la bruja tendría que dejar de respirar.
Luego, que en el capitulo siete, en la versión moderna hay censura (absurdo). Por cierto @Shock, ¿llegaste disfrazado de Imperial? La escena opcional es paso obligado de todo aficionado a Star Wars (de nuevo XD).
Y una pregunta. ¿Os habeis fijado en que en la introducción, aplicado el parche, no sale Kefka?¿o soy solo yo al que le pasa? Y si es así, ¿será un bug?
PD: Ganas de que sea día 3.
Los errores que tiene son minúsculos y no molestan en absoluto, pero el tema de cambiar nombres es lo que me ha disgustado un poquito… Y se agradece mucho el cambio de menús, fuentes y demás. Hacen mucho más agradable el leer.
Personalmente opino que la censura invalida totalmente una versión como «aceptable». Censura = estropear todo el juego.
Es verdad que hay alguna que otra referencia a Star Wars, pero no sólo aquí… En otros Final Fantasy también 😛 Aunque también es verdad que en la versión inglesa han añadido más referencias de las que tiene realmente. O eso o es que en la versión española las han quitado…
No sé exactamente a qué te refieres con lo de Kefka.
@Shock: Me refiero a…
http://www.youtube.com/watch?v=RDMWp1oLoA0
Minuto 1:50
Joder, es verdad, ¿cómo te has fijado en eso? xD
@Shock: Diría… que soy el primer sorprendido XD. Por cierto, desconocía que en la versión USA habían metido más referencias a SW de las originales.
PD: ¡Voy a esperar antes de leer la segunda entrada, no voy tan rápido!
Como lector, decirte que este libro de los que he leído es el peor con diferencia. No por la historia del juego sino porque no está bien escrito, el hecho de no usar la traducción oficial le ha pesado, con guiones incomprensibles en muchas ocasiones, dándole un sentido distinto y haciendo un galimatías de la narración. Porque una cosa es traducir, pero lo que hay que hacer es adaptar la traducción, si no muchas veces se pierde el sentido.
Aparte es que hay cosas mal traducidas.
You deceived me, como… no me decepciones, por ejemplo, cuando en alusión a la escena, y por la traducción es me engañaste? Y así podría seguir un rato.
Saludos.
Siento que no te hayan gustado la narración ni la traducción escogida, aunque me parece que estás exagerando.
Es cierto que esa frase concreta podría estar mejor traducida, pero el mensaje se entiende perfectamente.
A ver, es que no sé poner Spoilers, así que lo aviso, SPOILERS:
Sobre el que no me haya gustado la narración, yo el problema lo veo en que has cogido una traducción que no es buena. El mismo libro lo escribes guiándote por la adaptación oficial (que es muy buena) y te hubiera salido muchísimo mejor, porque el fallo no lo veo en tu narración, a excepción de por ejemplo ese fallo que te comenté y no se si habrá alguno más; el problema lo veo en los guiones de los personajes, y eso no te hubiera pasado si te guías por una correcta adaptación, porque hay guiones que de verdad, cuesta entenderlos, y eso a mí, que me he pasado el juego.
Te dije la otra vez que veo las guías argumentales tan correctas, que incluso una persona ajena al juego, las va a disfrutar; refiriéndome a las del FFX y FFX-2. En esta del VI, si no has jugado al juego, es que vas a ir más perdido que Chiqui de gran hermano en los trigales de gladiator. xD
A ver, obviamente es mi opinión, y una vez he gastado el dinero, me veo en condiciones de opinar sobre la obra.
Por otra parte, habiendo leído las guías de Final Fantasy X y X-2, puedo decir que precisamente las guías argumentales son muy buenas, de hecho ya las tengo todas (a excepción de la VII); pero esta VI no me está gustando, aunque no me preocupa, tanto la del VIII como la del IX que leeré más adelante, seguro que no me decepcionan, pues veo que aquí ha ocurrido dos cosas:
No conocer tanto la obra como conocías las otras.
Coger una traducción bastante meh. Y por mucho que hayas intentando darle sentido a las conversaciones, no has trabajado sobre una base buena y eso ha repercutido.
Saludos y perdón por el tocho. xD
Como he dicho, es mi opinión.
No te preocupes por el botón de spoilers, basta con que aviséis (como has hecho ahora) y yo lo edito después.
Ya he visto a lo que te refieres. Es el principio del capítulo 19. Aunque sigo pensando que exageras en querer enterrar toda la guía por detalles nimios como ése, tienes razón en que no está bien explicado, así que ahora mismo lo cambio.
No, no exagero. Y tampoco entierro toda la obra, pero vamos a hacer comparaciones de guiones, desde el oficial, al libro.
En los Final Fantasy, traductores como Carmen Mangiron, también saben japonés, y cuando algo les chirria pueden revisar las fuentes de japón, aparte de que haya fallos al traducir del inglés, es que la traducción inglesa de SNES, tampoco es muy allá.
Saludos.
Me parece genial el ejemplo que has puesto, porque, una vez cambiada la frase concreta de Locke, me gusta mucho más el texto de la traducción adaptado para la guía que la versión oficial.
Espero que todo sea así, por el bien de la guía.
Esta vez lo voy a dejar, pero, por favor, no vuelvas a poner «en abierto» el texto que es de pago…
Pues no tengo ni idea de si alguien leerá este comentario pero…. seguramente Internet sea esto. Una vocación personal compartida con cientos de extraños. Enhorabuena por la guía, es tremenda
Yo lo he leído, si te vale.
Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado.