(Versión analizada: PlayStation 4)
Llegó como salido de la nada. Luchó con uñas y dientes hasta ponerse al nivel de los seres que habitan el Olimpo. Triunfó en su cometido. Se ganó el respeto de todos con esfuerzo y sudor. Después, cayó. Se perdió en sí mismo. Se hundió en los ríos del Hades. Perdió sus poderes. Parecía destinado al olvido…
Entonces, resurgió. Cuando la esperanza parecía desvanecerse, abrió sus alas y voló más alto que nunca. No se conformó con ascender al reino de los dioses, sino que lo conquistó.
Estoy hablando, claro está, de la saga God of War.
¿Adivináis cuál de todas esas fases representa God of War III? Porque los primeros compases del juego lo dejan bien claro…
¿En qué consiste?
«Antes de embarcarte en un viaje de venganza, cava mil tumbas». Éste debe de ser el mantra de Kratos, pues está dispuesto a no dejar títere con cabeza hasta ajustar cuentas con su padre, Zeus, al que culpa de la muerte de su mujer e hija.
Para ello, el espartano ha desatado la guerra entre dioses y titanes. Una guerra en la que no se va a limitar a sentarse a mirar cómo se destrozan entre ellos, sino que disputará en primera línea, repartiendo capones a diestro y siniestro.
Acción, acción y más acción machacabotones. Con un poco de escalada y un par de puzles. Lo que siempre ha sido God of War.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Las escenas dibujadas «a mano» son lo más interesante del juego, con diferencia.
Los puzles aportan algo de variedad. Están bien implementados.
Hay alguna fase puntual muy espectacular en su apartado visual y sonoro. Una pena que no acompañe la jugabilidad.
La brutalidad de Kratos. No porque apoye la violencia gratuita, sino por lo original que resulta contar con un protagonista así, alejado del buenismo habitual.
¿En qué debería mejorar?
La historia de esta saga, breve y plana, nunca ha sido interesante, así que extenderla más y más en el tiempo sólo sirve para que, además, se haga aburrida.
En 2005, el estilo machacabotones de God of War podía hacer gracia. En 2010, con la fórmula más que desgastada, se hace cansino.
Hay fases horriblemente mal diseñadas, donde te matan sin saber qué está pasando. Las plataformas y la escalada son (deben ser) olvidables.
Los personajes parecen actores de Hollywood de los años sesenta vestidos de mamarrachos.
Valoración final
No os voy a engañar: God of War III me ha resultado muy pesado. En su día, cuando lo probé por primera vez, ya me parecía que llegaba años tarde y pedía a gritos un cambio. O la muerte. Es una enorme suerte que optara por el primer camino y la saga diera paso al God of War de PlayStation 4. Sólo por eso, debemos estarle agradecidos.
Con todo lo dicho, no considero que sea mal juego, ni mucho menos. Su único propósito era contentar a los fans, y eso ya lo consiguieron con el título. Le sumas un cuidado apartado gráfico y una banda sonora épica… Suficiente. Supongo.
you
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«¿CUÁLES SON SUS PUNTOS FUERTES?
…Hay alguna fase puntual muy espectacular en su apartado visual y sonoro.»
Pero que dices que «alguna fase puntual», TODO EL PUTO JUEGO JODER, esto es así y se dice y ya está, no hay que complicarse
Claro, el juego y la saga es la que es, su simplicidad, lo repetitivo de su jugabilidad y falta de ambición no se discute, menos cuando solo se fueron haciendo más y más notorios con cada entrega, esto yo mismo lo aceptaba en tu análisis de la 1ra entrega, pero dentro de ello y después de resaltar sus no pocos defectos, hay que reconocerle «un poquito más» a esta entrega que en general cumple de principio a fin con su propósito de darle un final «espectacular» y memorable (aunque mejorable) a todo el rastro de sangre que Kratos venía dejando desde el inicio de su historia. Por lo mismo no entiendo que quieres decir con eso de que «llegaba años tarde y pedía a gritos un cambio», cuando esta entrega en particular, como parte de la saga «original» de Kratos con 4 juegos previos muy parecidos por no decir iguales (y encima siendo la única continuación «esperada», pues sino mal recuerdo, excepto por GOW 2, todas las demás entregas tenían un final «auto-conclusivo») necesitaba todo menos un cambio «radical» como el que hecho con el renacimiento de la saga en PS4 (que no dudo le pase por encima a sus predecesores, pero eso es, literalmente, «otra historia»).
Pues no puedo replicar nada a todo lo que has dicho, cada parte es completamente cierta . Historia aburrida y predecible (ya sabemos a donde va, exceptuando quizás el final), el machacabotones cansa rápidamente y no se por qué decidieron que ir montados en arpía era buena idea… y pese a todo creo que es mi favorito de la saga después de haberlo rejugado hace tres meses.
Creí que la nostalgia jugaría en su contra, pero resultó ser todo lo que recordaba de él, incluso un poco más. Todo gracias a dos factores que yo llamo «el efecto adolescente» y el «chapuzalash».
El efecto adolescente se produce cuando haces algo durante la adolescencia que es absolutamente ridículo y embarazoso pensando que es lo más genial del mundo, y luego sorprendentemente lo recuerdas con cariño porque en realidad no era tan malo. God of War 3 es el final de una serie de cuatro juegos (incluido el primero de psp que salió antes del 3) y todo él grita efecto adolescente. Pensaba que sería mucho peor pero lo he encontrado más sólido de lo que lo recordaba, momentos de escalada horribles incluidos. Un final más que digno para la serie original.
El chapuzalash es una pena, pero le pasa a muchos hack and slash. En resumen, jugarlo en fácil o en difícil cambia completamente la experiencia, hasta el punto que parecen dos juegos distintos. En fácil GoW 3 es aburridísimo, casí anecdótico, mientras que si lo juegas en dificultades elevadas se convierte en un juego de puzzles rápido y emocionante. Cuadrado, cuadrado, triángulo deja de ser la opción dominante y pasa a ser más bien un regalo que te deja hacer el juego si has jugado correctamente.
He sufrido chapuzalash recientemente en Nier Automata y en Yakuza 0, dos juegos que hay que jugarlos en difícil para poder apreciarlos (apreciarlos, que no disfrutarlos) como se debe. Y me parece una cagada, no todo el mundo tiene el tiempo o las ganas para jugar en difícil. Luego juegas a Bayonetta o a Darksiders 2, descubres que el chapuzalash es optativo en el desarrollo de un videojuego y claro, te enfadas
GoW 3 tiene el ¿dudoso? honor de ser el último juego por el que he sentido expectación real, de la de saltar de alegría en cada anuncio, y luego llegar a casa sabiendo que lo primero que haré será abrir el juego y jugarlo. Han pasado 11 años y ningún juego, con todo lo fan que soy de algunas sagas (KH3, el remake de ff7 o Danganronpa V3 por ejemplo) me ha provocado el mismo efecto.
Siempre tendrá un pedacito de mi corazón solo para él.
He releido mi comentario, y como dice la gente joven de los internetes: «mucho texto». Aquí está el resumen para vagos, que God of War lo merece:
Coincido con Chris en el apartado historia, con ciertos matices que hacen que yo haya valorado la experiencia mucho mejor.
Coincido en el apartado machabotones, excepto cuando no lo hago.
Y las escaladas en este juego son una mierda, que avergüenzan al dios GEIMER.
Kratos, I
you
P.D.: después de jugar a HADES es complicado ver a los dioses griegos de GoW como a gente con estilo, jugad HADES.
Me quedo con el comentario largo, que está mejor explicado y describe con precisión el efecto que ejerce la autosugestión a la hora de disfrutar de un videojuego.