(Versión analizada: Switch)
Puede que los más jóvenes nunca hayáis oído hablar de Fear Effect, dos juegos de acción y aventura publicados entre 1999 y 2001, que habrían pasado bastante desapercibidos… de no ser por lo impactante que resultaba tener una protagonista abiertamente bisexual. Si ha habido polémica con The Last of Us Parte II siendo un videojuego del año 2020, imaginad (o recordad) cómo eran las cosas hace dos décadas. La compañía Kronos Digital Entertainment lo usaba como reclamo, los retrasconservadores () ladraban, los babosos babeaban (coherencia ante todo), y la prensa… Bueno, la prensa sigue siendo igual de penosa, ¿qué os voy a contar?
La modesta compañía indie Sushee ha sido la encargada de resucitar esta saga, con un cambio de estilo que, supongo, responde a un presupuesto inferior que el original. Y lo han hecho de tal forma que, no me cabe duda, contentará a los fans de la saga. De la saga Resident Evil, digo, porque Sedna parece un zombi deambulando por Raccoon City sin saber bien qué hacer ni hacia dónde ir.
¿En qué consiste?
Hana y Rain son dos mercenarias que han sido contratadas para recuperar una escultura inuit. Un encargo sencillo a priori, que no tarda en complicarse hasta niveles tan absurdos que… Bueno, mejor dejo esto para la parte de «¿En qué debería mejorar?».
Se trata de un juego de acción y sigilo con perspectiva isométrica, en el que llevamos un grupo de combatientes de hasta cinco integrantes. Podemos cambiar el personaje al que manejamos en todo momento, y pausar la acción para dar órdenes a los controlados por la máquina. Cada mercenario tiene sus propias armas, tanto principales como secundarias. No hay ningún tipo de progreso, niveles o ramas de habilidades. Si quedan KO, se recuperan al terminar el combate o si nos acercamos a ellos, por lo que la única forma de perder es que mueran todos.
El «Efecto Miedo» del título alude al medidor de pánico de los personajes. No es que se asusten y pierdan las ganas de luchar, ni mucho menos. Al recibir daño o enfrentarse a situaciones de estrés aumenta su miedo, lo que, a nivel jugable, se traduce en un bonus de ataque y una reducción de la defensa. Nada complicado.
La acción directa, como ya digo, solo es una parte de Fear Effect Sedna. La mecánica de sigilo apenas tiene uso; no así los puzles, que, aunque no muy numerosos, ocupan un espacio importante en esta entrega.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Algunos puzles son un reto interesante.
Y ya.
¿En qué debería mejorar?
La historia pierde los papeles enseguida, tan pronto como se desvela el verdadero argumento. Desde ahí hasta el final, nada tiene sentido y todo está horriblemente mal narrado. Me decepciona el poco interés que muestras algunas compañías por este apartado.
Las escenas se intercalan de forma apresurada, mal construidas, con conversaciones pretenciosas que no dicen nada y que apenas da tiempo de disfrutar. Le falta calma y saber hacer. En definitiva: la ejecución técnica es horrible.
La jugabilidad es un horror. El sigilo no está demasiado bien implementado, y la acción es simple y plana a más no poder. Usar las habilidades se hace incomodísimo y anticlimático. Lo mismo pasa con el sistema de órdenes, que, a veces, ni siquiera cumplen de forma efectiva. A eso le sumas una enooorme falta de concordancia entre el movimiento de ataque de algún enemigo y el instante exacto en que recibes el golpe, lo que dificulta, de forma tramposa, esquivar sus acometidas.
Valoración final
Compré este juego porque, sobre el papel, me parecía interesante. Ojalá no lo hubiera hecho. Es un horror a tantos niveles que cualquier posible buena idea ha terminado hundiéndose por el retrete.
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