(Versión analizada: PC)
«Dinero para los buitres» es el subtítulo otorgado a los tres capítulos publicados tras la salida del juego, todos ellos de pago, a razón de una misión por episodio. Una política con la que no comulgo, debo añadir, aunque haya decidido hacer una excepción. No en vano, Desperados III me parece uno de los mejores videojuegos de los últimos años.
Para bien o para mal, Money for the vultures es más de lo mismo: jugabilidad idéntica, sin ningún personaje o situación diferente a lo ya visto en Desperados III. Más allá de su calidad, considero difícilmente justificable que quieran cobrarnos por añadir un par de escenarios nuevos. Pero, al menos, se trata de contenido adicional innecesario para conocer la historia al completo. Quien quiera, lo paga; y, quien no, a otra cosa.
Las misiones comparten un mismo hilo argumental, nada complejo, aunque suficiente para ponernos en ambientación.
El primer capítulo nos lleva a revisitar un escenario de Desperados III. Aunque sea una misión diferente, me parece un recurso bastante cuestionable, si tenemos en cuenta que están cobrando por ello. Feo, feo.
Es en los otros dos episodios donde Money for the vultures cobra sentido. Ahí sí, nuestros amigos de Mimimi Games han sabido ofrecer dos retos muy interesantes, largos, dificilillos y entretenidos. Completar ambos puede llevarnos alrededor de cuatro horas. En mi caso, diría que un poquito más.
La única pega que le voy a poner, más allá de su condición de contenido de pago, es un bug bastante gordo que me encontré en el final del tercer capítulo. Al parecer, guardé partida cuando no debía y algo se estropeó en el código, pues no me dejó volver a grabar. Eso, en este juego, es un suicidio. Tuve que dejar de «jugar bien» y dedicarme a emplear todas las técnicas rastreras posibles, aunque implicara dejarme ver o que los enemigos encontrasen cadáveres y diesen la voz de alarma. Era eso o sumergirme en un mar de frustración.
Quiero aprovechar este análisis para hablar de los retos del barón. Son diversas misiones, éstas sí, gratuitas, que han ido sacando durante los meses posteriores a la publicación de Desperados III. Cuando jugué a la primera edición, había nueve disponibles. Ahora, con el juego supuestamente terminado al 100%, la cantidad asciende a catorce.
Aquí sí resulta comprensible que reutilicen escenarios, y no divierte menos por ello. Hay alguna misión que cuesta sudor y sangre, y retos que sacan de la monotonía, como la pantalla en la que manejamos al gato de Isabelle, junto con sus amigos animales.
¿Podrá superar alguna vez Mimimi Games el gran trabajo que ha hecho con Shadow Tactics y Desperados III? Hay motivos para ilusionarse, eso seguro. Mis expectativas están por las nubes. Pero, si puede ser, mejor sin DLC ni bugs, por favor.
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