Comenzamos la novena edición de «Análisis murrápidos» con un juego de temática medieval fantástica, Octopath Traveler, antes de dar un hipersalto hasta el campo de la ciencia ficción, primero con el aclamado Mass Effect, y posteriormente con una aventura gráfica, o novela visual, si lo preferís, titulada AI: The Somnium Files.
Octopath Traveler
Compañía: Acquire, Square Enix.
Año de publicación: 2018.
Plataformas: PC, Switch.
Versión analizada: Switch.
Hacer un videojuego con ocho historias entrelazadas no es tan buena idea como parece. Hacer un videojuego con ocho historias independientes que sólo fingen estar entrelazadas, menos aún. ¿Resultado? Ocho historias sin apenas desarrollo. Por no haber, casi no hay ni diálogos entre los protagonistas, el grupo con menos sentido de la historia de los JRPG. Y es una lástima, porque las únicas conversaciones que hay, las opcionales y las de las tabernas, son muy muy buenas. Se aprecia la originalidad, pero, para la próxima, mejor hacer cuatro bien que ocho regular. O dos. O una.
Es en el apartado jugable donde Octopath Traveler brilla con luz propia. Todo el sabor de los juegos de rol por turnos clásicos, con una ejecución de notable alto, que premia muchísimo la estrategia y el pensar antes de actuar, a lo que hay que sumarle un par de características personales más que acertadas. Sólo le pediría solventar esa dificultad oscilante no demasiado bien ajustada (el sistema de ocho caminos se interpone de nuevo), y, si acaso, añadir alguna misión secundaria interesante (porque tiene ciento una y sólo la última lo es) o minijuegos que saquen de la rutina. Que, sí, me ha tenido viciadísimo durante más de setenta horas, pero peca de ser muy repetitivo de inicio a fin.
Los gráficos «retro» le sientan como anillo al dedo; viva el «saber hacer» por encima del «pretender hacer». La magnífica banda sonora y la no menos loable traducción (¡qué raro!) completan el octopack.
Cyrus, the Scholar
Para acabar, quiero añadir un apunte a modo de spoiler, así que, por favor, dejad de leer aquí si no habéis jugado. En la última mazmorra opcional, que se desbloquea al terminar el juego y cumplir ciertas misiones secundarias, surge un deus ex machina que consigue enlazar de algún modo las ocho historias. Quería ponerlo en el análisis por si sirve de algo, ya que es fundamental para conocer la historia y yo estuve a punto de pasarlo por alto. Así que, si no lo sabíais, aseguraos de informaros sobre la misión «Al fin del viaje».
Mass Effect
Compañía: BioWare.
Año de publicación: 2007.
Plataformas: PC, PlayStation 3, Xbox 360.
Versión analizada: PC.
Pocos juegos, si es que hay alguno, me han hecho disfrutar tanto de la posibilidad de crear un personaje. El diseño de Shepard, protagonista de Mass Effect, no se limita a minucias como el sexo, el color del pelo o los rasgos faciales, sino a su pasado y clase (especialidad de combate), a los que debemos sumar la constante toma de decisiones que nos ofrece el juego, y que cambia en gran medida los hechos futuros. En mi opinión, herramientas suficientes para hacer nuestra la historia de Mass Effect, y así magnificar esta «experiencia personalizada».
Si he disfrutado de la libertad de personalidad de Shepard, no lo he hecho menos ante la posibilidad de recorrer numerosos planetas con la nave espacial SSV Normandy y el vehículo terrestre M35 Mako. Que conste que el nombre no lo he puesto yo. El sistema de combate y de mejora de personaje no son nada especial, pero resultan satisfactorios. Poder reclutar aliados y dejar que nos acompañen a las misiones es un gran plus añadido, aunque sería mejor si pulieran esa IA intermitente.
La banda sonora y el apartado gráfico no se quedan atrás. He perdido la cuenta (bueno, no la he llevado nunca) de las veces que he escuchado M4 Part II.
M4 (Part II)
Como únicos defectos, debo mencionar la repetitividad de los escenarios y la falta de profundidad en la historia, que se hace bastante corta.
AI: The Somnium Files
Compañía: Spike Chunsoft.
Año de publicación: 2019.
Plataformas: PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Switch, Xbox One, Xbox Series S, Xbox Series X.
Versión analizada: PC.
Esta novela visual, de jugabilidad casi anecdótica, nace como heredera de la trilogía Zero Escape, aunque con su propia personalidad bien marcada. Tener personalidad, de por sí, suele ser algo loable y no tan fácil de encontrar en el mundo de los videojuegos. Pero también se puede convertir en un problema. Por ejemplo, cuando esa «personalidad» es histriónica e infantil.
PSYNCIN’ IN THE MaiN 1 (Iris’s Somnium)
The Somnium Files tiene muy buenas ideas. No sólo buenas, también muy bien construidas, hilvanadas y, en la mayoría de casos, perfectamente cerradas. Su evidente inspiración en la trilogía mencionada en el párrafo anterior, para mí, ya es un punto positivo. El humor absurdo japonés siempre es bienvenido. Con todo esto, era de esperar que el resultado me hubiese encantado, ¿no? Pues…
El propio juego se ocupa de echar por tierra todas sus virtudes. No hay ni un sólo personaje que actúe de forma medianamente coherente. Y no porque tenga un enfoque humorístico desconcertante al estilo DanganRonpa, sino porque tratan de crear intriga con una trama que podría haberse resuelto en los primeros minutos de juego. Las justificaciones no me sirven si ellos mismos las pisotean poco después. No quiero estropear la historia a quien no haya jugado, así que os voy a poner un ejemplo básico, imposible de pasar por alto. Seis años antes de los sucesos del juego hubo una serie de asesinatos en los que las víctimas aparecían sin un ojo. Qué curioso: al protagonista le falta un ojo y perdió la memoria hace seis años. ¡Nada, será casualidad! ¡Que nadie se haga preguntas! Vamos con lo importante, que es meter doscientos «chistes» de tetas y revistas eróticas.
Me cuesta mucho esfuerzo quedarme sólo con lo bueno cuando empiezan a sucederse las situaciones absurdas y vergonzosas. Las escenas de acción son de lo peor que he visto en mis muchos años como videojugador. Desde ahí, se me hizo imposible tomarme la historia en serio. Tampoco puedo negar haberme quedado dormido… no menos de ocho o diez veces. Le sobran bastantes horas de juego.
AI: The Somnium Files lo tenía todo para gustarme. Quizá, por eso, lo considero una de las mayores decepciones de los últimos años.
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