Hace poco más de una semana (en el momento de escribir estas líneas) que conocí la versión anime de un manga titulado WanPanMan, o, lo que es lo mismo, One-Punch Man.
Y, como ya habréis supuesto, he terminado de verla.

A la espera de una segunda temporada, lo que tenemos es una serie bastante corta, con 12 capítulos de poco más de 20 minutos. Pero lo que me ha hecho terminarla tan rápido no ha sido sólo su duración… sino mi fracaso ante el intento de obligarme a no ver más de un capítulo al día.

Saitama es un hombre que sueña con ser héroe. Ha pasado los últimos tres años entrenando para ello, convirtiéndose en la persona más poderosa del planeta. Su fuerza, resistencia y velocidad no tienen igual.

Sin embargo, ser el humano más fuerte no le causa ninguna satisfacción. Más bien le provoca aburrimiento.

Muchos monstruos siembran el caos en las ciudades. Pero Saitama los mata a todos de un único puñetazo. Tan fácil y rápido, que no le supone ningún reto… y que nadie le toma en serio, pensando que está haciendo trampas.

Es por eso que la persona más fuerte del mundo tiene un gran vacío en su interior…

Hay héroes de varios niveles, algunos muy raritos…

La historia de One-Punch Man aborda dos temas: la busqueda, por parte de Saitama, de un rival contra el que pueda divertirse luchando (en esto me recuerda a Son Goku), y su intento de ser reconocido, inscribiéndose en la «Asociación de Héroes».

Como argumento no es nada especial, pero tiene varias cosas que me han gustado mucho.

El estilo de dibujo es muy bueno, y tiene algo que sólo se puede comprender si conocemos el origen del manga:
El dibujante original, antes de que el manga fuera remasterizado, subía los capítulos gratis a internet. Su estilo de dibujo era cutre a más no poder. El anime utiliza unos dibujos muy mejorados, pero los intercala, en situaciones concretas, con los dibujos antiguos, dándole un toque paródico único (que, al fin y al cabo, es el objetivo de gran parte del argumento).

Cuando hablo del «estilo de dibujo» no me refiero sólo a que los personajes estén bien hechos (ya que en eso entrará en la media de lo normal, imagino), sino a que, por ejemplo, los combates son espectaculares.

A eso hay que sumarle que tiene un montón de personajes secundarios, y muchos de ellos tienen su parte de protagonismo (como los héroes de «nivel S», o el ninja).

Genos ocupa el papel de deuteragonista

Con todo lo dicho, es normal pensar que One-Punch Man es un anime de acción. Y lo es… en parte.

Tan importante como la acción (o casi), es el humor. Toda la serie se mueve siempre entre lo serio y la parodia.

No es que tenga un humor fuera de serie, pero utiliza el humor absurdo para casi todo. Desde situaciones normales hasta los nombres de muchos personajes, e incluso detalles en segundo plano que podemos pasar por alto si no estamos atentos.

Pero, como dije al principio, tan pronto podemos encontrar una escena de humor absurdo, como alguna de las reflexiones de Saitama sobre el vacío en su vida. Estas escenas, que suelen ser muy cortas, están puestas habitualmente al final, para dar paso a continuación al tema del ending, que provoca una sensación de bajón en el espectador. Consigue transmitir muy bien esa tristeza del prota.

😀

La serie se puede ver entera en Daisuki, aunque la app no siempre va todo lo bien que debería (al menos en mi tablet).

Después de la primera temporada salieron siete capítulos especiales.
El primero, de duración normal (20 min), sirve para conocer cómo consiguió Saitama su uniforme de héroe. Es un capítulo totalmente prescindible.
Los otros seis duran la mitad, se desarrollan durante la primera temporada, y tienen un carácter mucho más humorístico (aunque con partes serias, que son un coñazo). No deja de ser relleno, pero me parecieron más entretenidos que el primero. Eso sí: nada que ver con los capítulos normales.