Tenemos delante uno de esos juegos de plataformas y puzles, tipo Braid o Limbo, que, con un mínimo de innovación y ganas de hacer las cosas bien, rara vez decepcionan.

Debo confesar que jamás había escuchado hablar de Vessel hasta que apareció en la lista de juegos regalados a suscriptores de PlayStation Plus. Y se suma de inmediato a otra lista parecida: la de juegos que hacen que merezca la pena pagar esos 4€ mensuales.

Historia

El protagonista de Vessel es un científico llamado M. Arkwright, quien ha inventado unos seres artificiales llamados Fluros para ayudar a los humanos en el trabajo y demás tareas.

Lo novedoso de estos «Fluros» es que no se trata de robots, como pueda suponerse en un principio, sino unas criaturas semi-líquidas que necesitan fusionarse con agua para vivir. Es decir, tenemos las «Semillas» (forma primaria de las criaturas), las cuales, al ser rociadas por un líquido, consiguen un cuerpo formado por esa sustancia, que les permite andar y realizar otras funciones. Al principio sólo agua, pero según avancemos en la aventura aparecen nuevos elementos compatibles con los Fluros.

Para desgracia de Arkwright, los Fluros empiezan a volverse salvajes, provocando que la enorme maquinaría del científico/inventor deje de funcionar. Y aquí es donde empieza la aventura.

Jugabilidad

Nuestra misión consiste en reparar las máquinas invadidas por Fluros salvajes, pero no lo haremos con una llave inglesa precisamente… sino con una manguera y un buen ejército de Semillas.

Vessel es un juego de puzles, y en todos (o casi todos) sus puzles tiene gran importancia la física de los líquidos y el manejo de los Fluros.
Para ello contamos con las Semillas, que, como dije antes, son Fluros sin cuerpo. En cualquier momento podemos soltar por el escenario una Semilla (que de por sí no hará nada más que estarse quieta o morir), y podemos darle vida rociándola con agua o demás líquidos.
Pongo un ejemplo muy sencillo: hay un botón en un lugar cubierto por rejas, por el que nuestro cuerpo humano no puede pasar. Sacamos una semilla y la llenamos de agua, creando así un Fluro capaz de atravesar esas rejas y pulsar el botón.

Obviamente ese es un ejemplo tonto, ya que las cosas no serán siempre tan fáciles. Para empezar, porque no podemos manejar a los Fluros, tan sólo crearlos y esperar que hagan lo que queremos (por las buenas o a base de ingenio :P). Además, habrá zonas con Fluros enemigos, lava, pinchos y demás elementos que hacen que el juego tenga también una pequeña parte de plataformas, no sólo puzles.

Dificultad

Tanto el conjunto general como la parte de puzles en particular (que es lo más importante) ha cumplido de sobra su objetivo: entretener y suponer un reto.

Con esto de la dificultad no hay nada escrito, porque cada persona es un mundo, y del mismo modo que a Portal le tengo en cuenta de forma negativa que su facilidad es insultante para un juego de puzles, a pesar de que a mucha gente le moleste e insinúe (con total desconfianza) que debo ser un genio para realizar esa afirmación (es curioso que ninguno se plantea que a lo mejor no soy yo un genio sino ellos unos zotes… que no digo que lo sean), a Vessel lo debo considerar como un reto casi perfecto. Entendiendo por «casi perfecto» que en ningún momento dejó de parecerme desafiante, haciéndome pensar mucho, pero sin llegar a desesperar y sobre todo, sin tener puzles tramposos o resoluciones ilógicas. He tenido que pararme a pensar en casi todos los puzles, y todos los puzles los he resuelto pensando, sin factor suerte. Eso es lo que denomino «dificultad casi perfecta» en un juego de puzles…

… PERO: si todo fuera así, tendría el segundo Cactilio en el bolsillo. Desgraciadamente, tiene un par de puntos negros que cabrean bastante: fallos puntuales en el control (pocos, pero alguno) y bugs de diversa importancia (el más grave me hizo tener que cargar partida después de estar 20 minutos buscando una solución… que no existía, debido al bug).
Bueno, también quiero destacar el puzle final, que me parece fatal planteado y que estropea la dinámica del resto del juego.
Ah, sin olvidar las ralentizaciones que tenemos que soportar de vez en cuando. En un juego de gráficos tan normalitos y en una videoconsola creada especialmente para jugar sin problemas, pues cabrea el doble.

Por otro lado, también es verdad que la mecánica, aunque original, se repite durante todo el juego (con variaciones, pero misma esencia). El problema estaría en que esto hiciera el juego cansino… pero no es el caso.
Hay un detalle que me ha parecido genial, que es la posibilidad de pasar de «mundo» sin completar todos los puzles. Te dejan uno de margen (por ejemplo, si hay 7 puzles basta con que soluciones 6 para avanzar) para que, si se te resiste, no tengas que abandonar el juego. Yo he completado todos, pero recordad que es que soy un genio (eso sí, en el último he tenido que mirar la solución… y menos mal).

Conclusiones

Los juegos de puzles son, posiblemente, los videojuegos no-simuladores que tienen menos de «vídeo» y más de «juego». Pueden no tener historia, o ser ésta una simple introducción (como en Vessel), y no pasa nada por ello. De hecho, en juegos así se agradece que todo sea pensar y pulsar botones. Los juegos perfectos para esa gente que sólo busca jugabilidad y no quiere limitarse a dar tiros o espadazos.

Vessel no es un juego para gente interesada en vivir una gran aventura, ni para esa gente que sólo considera digno un videojuego si su dificultad les hace sudar sangre y tener pesadillas, pero, en cambio, dejando de lado esos errores puñeteros, es una grandísima opción para cualquier persona con ganas de pasarlo bien resolviendo mecanismos de una forma original, con ayuda de los Fluros y esa especie de manguera/pistola de agua.

Termino rápidamente con los dos aspectos que me faltan por comentar: música y gráficos.
La banda sonora, sin ser ninguna maravilla, me ha parecido bastante agradable.
De los gráficos tengo una duda, y es qué pasara con la gente que tenga televisores pequeños. Yo tengo uno grande y aún así hay momentos en los que la cámara se aleja tanto que hay elementos muy pequeños. Se ven sin problema, pero puede que en un televisor no tan grande cause incluso molestias a la vista. Dejo ahí la duda, para si hay alguien que lo haya vivido en primera persona comente si estoy en lo cierto o no.

Para quien le interese: el juego no está traducido al castellano. Pero, ¿realmente importa?

Lo mejor:
– Original y divertido.
– Dificultad muy bien ajustada durante un 99% del juego.

Lo peor:
– Tiene momentos en los que el zoom se aleja mucho y algunos elementos quedan demasiado pequeños.
– El prota se mueve raro.
– Errores como ralentizaciones o bugs importantes.
– El puzle final no tiene mucho sentido.

(Versión analizada: PlayStation 3)